domingo, 29 de junio de 2014

Colombia presenta su candidatura

Brasil esperaba ya en la siguiente ronda. Colombia o Uruguay sería su rival, con lo que todo quedaba entre selecciones sudamericanas. Los de Pekerman han conseguido pleno en la fase de grupos, venciendo a todos sus rivales y con cierta autoridad. Los colombianos cuentan con James Rodríguez, que se ha consagrado como líder de la selección cafetera, ante la baja de Falcao. Por otra parte, Uruguay se presentaba en este partido decisivo con la baja de Luís Suarez. El único encuentro que los charrúa disputaron sin el delantero del Liverpool cayeron por un gol a tres ante la sorpresiva Costa Rica. Sin Suarez, la realización Uruguaya se reduce a jugadas paradas: un penalti anotado por Cavani y un saque de esquina convertido por Godín.

James Rodríguez festejando uno de los goles (Vía abc.net.au)

El argentino José Pekerman salió al terreno de juego con su once de gala y con una variación con respecto al presentado en los encuentros importantes de la fase de grupos. El buen encuentro que Jackson disputó ante Japón le valió para ser titular en el primer partido a vida o muerte de los cafeteros desde hace dieciséis años. El punta del Porto FC formó arriba con Teófilo Gutiérrez, que actuó por detrás del “Chachachá” Martínez, como segundo delantero. Por lo demás, ninguna novedad en el once.

Sí requería cambios el esquema de Tabárez ante la sensible baja de Suarez. Forlán formó en punta junto a Cavani, que actuó con mucha más movilidad por todo el flanco atacante. La línea defensiva estuvo formada por cinco hombres: tres centrales y dos carrileros con mucho recorrido por banda. En el centro del campo Ríos aportó el equilibrio en el medio: leía bien los pases rivales, lo que favorecía la anticipación y sacaba el balón sin complicarse. El “Tata” González y el “Cebolla” Rodríguez escoltaban a Ríos, con una gran intensidad en la presión y llegada arriba.


Los uruguayos esperaban en su campo la llegada de los hombres de Pekerman para, una vez en campo propio, iniciar una gran presión sobre los hombres encargados de enlazar con los atacantes cafeteros. En esa labor de presión hay que destacar a Cavani y a los dos interiores. El delantero del PSG se escoraba a las bandas constantemente y era uno de los primeros en retrasar su posición a la hora de realizar la transición defensiva. La posesión de Colombia en campo propio era inefectiva, pero tenía sus efectos al atraer a la línea de cuatro intermedia de los charrúa más arriba. Esta situación generaba muchos espacios a la espalda de los mediocentros celestes y sus centrales. Ahí es donde comenzó a destacar James.

El jugador del Mónaco estaba, inicialmente, situado en la banda izquierda, a pierna natural. Sin embargo, se convirtió en un falso banda izquierda por las constantes diagonales interiores desde la banda al medio para aprovechar los espacios entre líneas. Esto dejaba un espacio deshabitado en la banda por donde podía percutir Armero desde posiciones más retrasadas. Jackson salía desde atrás para combinar con los hombres de tres cuartos y luego volvía a entrar favoreciendo el centro y haciendo recular, más si cabe, a la línea defensiva uruguaya. Este automatismo bien trabajado por parte de Pekerman permitió a Cuadrado y, sobre todo a James, disfrutar de espacios entre líneas. La función de Cuadrado era más bien de acumular marcadores, forzar faltas y desbordar por la banda.

Los espacios anteriormente comentados posibilitaron una mayor comodidad de juego para James, sin embargo, el primer tanto del partido fue una genialidad solo al alcance de los más grandes. La consecución de un gran control orientado con el pecho, una media vuelta precisa mientras se carga la pierna zurda y un golpeo de empeine perfecto se convirtió en el mejor  cuadro, en forma de gol, que se ha convertido en lo que llevamos de campeonato. La reacción Charrua tras el gol no tardó en llegar. Los centrales celestes fueron más intensos en la presión para evitar que los hombres de arriba se dieran la vuelta y pensaran. En esas, el esquema con tres centrales era positivo, ya que posibilitaba la salida de un central sin temor a dejar un espacio desocupado, ya que era cubierto por otro de los dos centrales sobrantes. La poca fluidez en el medio se convirtió en el mayor quebradero de cabeza para Tabérez. Uruguay llegaba arriba a impulsos y mediante  disparos lejanos sobre todo. Las incorporaciones de los carrileros finalizaban con centros desde la banda, pero fue ahí donde emergió la figura de Ospina.

Líneas de pase de Colombia en todo el encuentro (Vía Squawka.com)


El portero del Niza francés cuajó una gran actuación, demostrando su gran nivel general como guardameta. Demostró sus buenas dotes en los disparos lejanos, aportó seguridad en los centros laterales, atrapando todos de primeras sin dejar opción a una segunda jugada y estuvo bien en las jugadas uno contra uno saliendo rápido para achicar el máximo espacio posible. La seguridad que Ospina demostró bajo palos se trasladó a los demás jugadores. Colombia cada vez acumulaba más posesión de balón y, lo que es más importante, esta se combinaba con fluidez de balón. Controlar el partido desde la posesión era el objetivo, mientras se desarrollaba la idea de cómo hacer daño al rival. Una incorporación de Armero, una llegada a línea de fondo de Cuadrado, una finta de Jackson, un desmarque de James y una buena definición del mismo se convirtió en el segundo gol del encuentro.

Posesión de los dos equipos enfrentada (Vía Squawka.com)



Esto conllevó a cambios en los dos conjuntos. Tabarez sustituyó a Forlán y a Pereira por Stuani y Gastón Ramírez, de esta forma se pasaba a una especie de 4-2-3-1 con Cebolla y Stuani en bandas y Gastón como media punta para aportar una mayor fluidez de balón. Pekerman, por su parte, fue amarrando el partido paulatinamente. Retiró a un punta como Teo y dio entrada a un mediocampista defensivo como Mejía. También cambió a Cuadrado por Guarín. El conjunto colombiano siguió en 4-4-2, pero con un perfil mucho más defensivo que el esquema inicial. Con esto se demuestra las muchas variantes de juego de las que disponen los cafeteros. Una Brasil tocada (en lo que a idea de juego se refiere) deberá hacer frente a una selección que tiene claro a que juega y a que jugar en las distintas situaciones de partido. 


Christian Sánchez de la Blanca Portillo 

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