sábado, 5 de abril de 2014

Victoria importante para el City, que ya piensa en Anfield



Importantísima victoria la que consiguió hoy el City ante un rival que siempre resultado complicado de vencer, como es el Southampton. Los de Pellegrini llegaban al partido con la necesidad de ganar el partido para seguir manteniendo una firme propuesta para ganar la Premier, y salieron sabiendo que seguían siendo los favoritos. Pese a que en un principio parecía que los Sky Blues tendrían algunas dificultades serias para derrotar a su rival de hoy, el encuentro se les puso de cara desde un principio y no sudaron demasiado para sumar los tres puntos. El Southampton, seguramente, ayudó, ya que, a estas alturas de la temporada, lo tienen todo hecho en la competición y juegan con otros alicientes como, el más importante, ver como actúan sus mejores jugadores, Lallana, Jay Rodríguez, Lambert y Shaw, los cuatro posibles convocados de la lista de Roy Hodgson, que hoy volvió a estar en la grada del Etihad Stadium. 

Onces del encuentro.


Pocas sorpresas nos depararon las alineaciones de hoy. Por parte de los saints, solo la lesión de Boruc alteró notablemente el once de hoy. La defensa fue la habitual y el lateral derecho lo ocupó el joven Chambers, que va alternando esta posición con su compatriota Clyne. Mientras tanto, en posiciones más adelantadas, Pochettino se decantó esta vez por un 4-2-3-1, con un doble pivote muy trabajador pero también tocador, formado por Cork y Schneiderlin, y Lambert como delantero centro escoltado por Jay Rodríguez y Davis por bandas, izquierda y derecha respectivamente, y Lallana justo detrás suyo permitiéndose mover por toda su zona con mucha libertad. Esta variación del 4-2-3-1 sería, como siempre, algo engañosa, ya que Davis no tiene tanto recorrido como Jay, por lo que aquel acompañaría mucho más a Lambert en el ataque, mientras que Davis sería más conservador y combinaría algo más con los centrocampistas, aguantando así la posesión. Porque éste era, principalmente, el objetivo de los sureños en su llegada al Etihad, tener el balón más que su rival para madurar las jugadas, buscando así un espacio en el que poder entrar y hacer daño. El Manchester City, pero, contaba con una gran defensa y jugadores muy propicios para montar contras con facilidad en el resto del campo, por lo que sería relativamente fácil salir rápido después de recuperar el balón y llegar al área rival con frecuencia mediante este método. Los jugadores que alineó el entrenador chileno fueron los habituales. Lo que pudo destacar más en la formación que presentó fue que, como su rival, también optó por el 4-2-3-1 entre las dos opciones que llevan manejando durante toda la temporada. Pese a que esto no es lo habitual en la actual campaña, se viene repitiendo bastante en los últimos partidos disputados y ya se ha hecho algo normal ver a Dzeko como única referencia en ataque, a diferencia de los dos delanteros centro que alineaban a principio de temporada. Esto es debido, seguramente, a la lesión de Dzeko. 

Y precisamente debido a esta táctica que impuso Pellegrini ya hace algunos meses y que es la que más se ha usado hasta ahora, favorece a Silva claramente. Al jugar centrado en la posición de mediapunta y no partiendo desde la banda como acostumbraba a hacer en el 4-2-2-2, el canario tiene mucha más libertad y espacio para desarrollar su juego, y si esto es lo que hemos visto en el partido de hoy. Si bien es cierto que el partido de su equipo no ha brillado precisamente en calidad, el español ha vuelto a tirar del carro, sobre todo en la segunda parte, para acabar goleando. Desde el medio, puede caer a bandas, llegar al área acompañando al delantero y, principalmente, crear las jugadas de peligro desde la zona de tres cuartos. Clave ha sido, como hemos dicho anteriormente, en la victoria de un City al que hoy le ha beneficiado un poco esa suerte de ser grande. Se fue al descanso con una ventaja muy satisfactoria, un 3-1 con dos goles en los últimos minutos, pero el Southampton dominó el partido en la mayor parte de la primera parte, sabiendo mantener muy bien el balón con posesiones largas, generalmente conducidas por Cork, que fue el jefe de mandos. A partir de la distribución desde atrás, muchas de las jugadas pasaban, aquí también, por el mediapunta, Adam Lallana, que, con el espacio que dejaban los dos pivotes entre ellos y la línea de la defensa, tuvo bastante libertad para moverse a sus anchas y hacer daño al rival.

La mediapunta le favorece a Silva y esto lo vemos en su libertad
de movimientos y sus pases, muchos de ellos clave.


Pero, pese a este dominio, el partido fue todo cruces para el Southampton. Corría el minuto 26 cuando sucedió la jugada que marcó el partido y mucho más que eso, en una jugada inesperada. Jay Rodríguez controlaba un balón cerca del medio del campo, un poco escorado a banda derecha, y, cuando apoyó su pierna derecha, su rodilla se giró e hizo que todos estuvieran expectantes ante ello. Si antes del partido, todos hablaban de estos cuatro jugadores saint que tenían opciones de ir al Mundial, ahora todos temían por la participación de Jay, que parecía tener bastantes papeletas para estar convocado y que, según pinta, no va a ser posible, pues la lesión de hoy fue muy grave. Las lesiones no están siendo justas con muchos jugadores esta temporada y esto ya empieza a ser preocupante. Quizás ya no es una cuestión de mala suerte, sino de aspectos que tiran por otro lado, específicamente el del trabajo físico que hacen los jugadores. Con la baja del inglés de ascendencia española, Pochettino re-situó su equipo. Dio entrada a Ward-Prowse, que se situaría en el centro del campo, en uno de los interiores, y la estructura pasó a ser un 4-3-3, aunque poco estable y bastante movible.

Complicado definir la estructura del equipo después de la
lesión de Jay. El juego se volcó en banda derecha, y, en
izquierda, aprovechaba el espacio Shaw para llegar mucho.





A partir de ahí, el Southampton, que estaba disfrutando de sus mejores minutos, perdió las ganas de atacar y se deshinchó. En una jugada aislada, pero, Cork llegó al área y provocó un penalti que, después de ser transformado por Lambert, acabaría significando el 1-1. Poco más de entusiasmo vimos del equipo. De hecho de ninguno de los dos. No podemos decir que fuera un encuentro muy disputado y con mucha intensidad, sino más bien todo lo contrario. Parecía que el City no daba con todo lo que podía dar, pero que tampoco lo necesitaba, así que quedaron así hasta que, en los minutos finales de la primera parte, acabó sentenciando el partido con dos goles. Los dos goles llegaron por banda izquierda, ya que, de hecho, casi todo el ataque citizen llegó por ese costado, y Jesús Navas estuvo poco participativo. El primero de ellos llegó después de un buen pase de Yaya Touré entre líneas que acabó recibiendo bastante solo Dzeko, que con un buen gesto técnico pasó el balón a un Silva que estaba en fuera de juego y que, con una genial maniobra, hizo el pase de la muerte para que Nasri empujara. El segundo fue obra del delantero bosnio, que recibió otra vez un centro desde la izquierda, esta vez procedente de Kolarov.



En la segunda parte, el Manchester City tuvo algo más la posesión de balón y controló un partido que no tenía ya demasiada historia. Además, se ganó profundidad por banda derecha con la mejora de rendimiento de Navas, por lo que hicieron bastante más daño por esa zona que el que habían hecho en la primera mitad. Además, Pellegrini metió a Javi García en el descanso para dar mucha más libertad a Yaya Touré y que pudiera llegar al área con más facilidad, ya que con Fernandinho resulta más difícil, pues el brasileño no es tanto de contención como el español. Finalmente, Jovetic puso la guinda al pastel con un gol gracias a la buena asistencia de Navas desde banda derecha, que metió un centro raso para que el montenegrino solo tuviera que empujar el balón, ya que Gazzaniga, que no estuvo demasiado acertado durante el partido, estaba superado por culpa de no llegar al balón.

El Southampton, por su parte, ante este aparente dominio, puso en práctica una presión bastante asfixiante que dificultó muchas veces el ataque estático del rival. El poseedor del balón es presionado en banda por una pareja de dos jugadores, que está formada siempre por el lateral de ese lado y otro jugador, generalmente un interior, aunque en este caso, sorprendentemente, es Lovren, el central. Por otra parte, el jugador que está más cerca de la jugada también es marcado muy bien, esta vez, siempre por un centrocampista que cae a banda a ayudar.



Con esta victoria, el City se reafirma como un firme aspirante a conseguir la Premier y mira ya hacia el próximo partido de liga, el que puede ser el decisivo en las primeras plazas de cara a este desenlace. Los Sky Blues visitarán Anfield para jugar contra un Liverpool por el que nadie apostaba a principio de temporada, pero que es el equipo que despliega un juego más vistoso y se ha colado en la lucha por el título. El encuentro será clave para las aspiraciones de ambos, y está claro que ahí estará en juego más de media liga, por lo que nadie se puede dormir. Veremos un auténtico partidazo.

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