sábado, 14 de junio de 2014

Baño táctico de Holanda

España y Holanda se volvían a cruzar en un mundial, justamente, tras la final que les enfrentó en Sudáfrica. Tras esa dura derrota y el batacazo de la Eurocopa 2012, los “Orange” se encuadran en un cambio de ciclo futbolístico. Aún perviven algunos jugadores de la final de Sudáfrica, concretamente contra España en Brasil, Van Gaal alineó cuatro jugadores que jugaron aquella final. Los demás son una buena hornada de jugadores jóvenes que aúnan un buen nivel actual con una prometedora proyección. España, sin embargo, poco ha cambiado desde aquella final. Su grupo sigue siendo similar. Del Bosque mantiene dieciséis hombres de los veintitrés que coincidieron en el pasado mundial.



Diego Costa es una de las nuevas incorporaciones. El del Atlético de Madrid ha cuajado una gran temporada con los rojiblancos. Estos éxitos en su club han llegado con un estilo de juego muy distinto del que la selección española práctica, de ahí que se haya puesto en entredicho su nivel en el equipo nacional. Lo que sí es cierto es que en el día de ayer solo fue visible en la primera parte y condicionó al equipo a lanzar balones largos a la espalda de una defensa holandesa demasiado adelantada. Los hombres de centro del campo están poco acostumbrados a mandar esos balones, ellos siempre han optado más por avanzar toque a toque. El de lagarto no ganó en potencia ni en velocidad a los centrales holandeses ni una vez. Lo que si desencadenó fue un penalti por el buen hacer aprovechando su físico.

España practicó un fútbol de nivel durante la primera parte, pero solo logró acercarse a la portería de Cillesen por medio de un penalti. Las pocas llegadas claras se deben a un gran trabajo defensivo de la defensa de Holanda. Van Gaal sabía cómo ahogar a España, y lo puso en práctica. Sin balón, Holanda se armaba con cinco hombres atrás, ya que los carrileros se adaptaban a la posición de lateral. El doble pivote formado por De Guzman y De Jong, se colocaba por delante de los tres centrales. Este doble pivote ayudaba tanto a la banda como a un sobrepoblado interior. Los tres de arriba quedaban exentos de tareas defensivas.



Sneijder se quedaba por detrás de los dos nueves. Robben tenía la misión de atacar los espacios a la espalda de los centrales con su rapidez en carrera. Van Persie se quedaba más retrasado, pero también desempeñó la función de Robben en el primero gol de los tulipanes. Ese gol supuso un golpe demasiado duro para los jugadores españoles. Un gol sin que apenas Holanda pudiera hacer daño, de una gran belleza y al borde del descanso. Lo pagó muy caro, sobre todo en lo psicológico. Tras el descanso, se pudo ver una selección española muy pesada de piernas. Esto se podía deber al clima, al cansancio o al duro golpe del gol al borde del descanso. Lo más seguro es que fuera una sensación que aunara esos tres anteriores factores.

Blind desde la izquierda aprovechó el espacio que había entre los centrales españoles con unos balones muy precisos. Fue el autor de dar las asistencias de los dos primeros goles de Holanda. Los envíos del lateral – mediocentro del Ajax fueron de una precisión digna de mención, pero el espacio que concedieron los centrales españoles a Van Persie y a Robben, respectivamente, fueron letales. Con la remontada, Holanda fue mitigando ese cansancio de haber corrido toda la primera parte por detrás del balón. El ver que la evolución del partido les favorecía les motivaba y les llevaba arriba cuando olían sangre.


El esquema de Holanda cambió. Van Gaal interpretó bien el encuentro. Mandó a sus jugadores que se replegaran en su campo como en la primera mitad. Ante la necesidad imperiosa de darle la vuelta al partido, España llegaba con muchos hombres a posiciones de ataque. Esto desembocaba en una gran cantidad de espacios a la espalda y en campo español. Robben retrasó su posición para, en caso de recuperación, romper desde su campo hasta el área española. Así llegaron algunos goles y ocasiones de peligro para los subcampeones de 2010. Sobre todo, esto se agravó para los españoles cuando Del Bosque retiró a uno de los dos mediocentros, con la intención de que el equipo se volcara más arriba. El ya escaso equilibrio del medio se rompió con la retirada de Xabi  Alonso. 


Christian Sánchez de la Blanca Portillo

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