miércoles, 4 de junio de 2014

Análisis de Croacia: brillar junto con las mejores



Viendo los nombres, nos damos cuenta de que ésta es una selección muy competente, y no falta razón. Los croatas llegan al cuarto Mundial de  su historia como un equipo que puede hacer un buen papel y repetir, por qué no, una gran actuación como la que hicieron en su primera aparición, cuando quedaron terceros en la Copa del Mundo disputada en Francia el año 1998. Está claro que ésta es una aspiración muy alta para un conjunto que no se puede considerar una potencia mundial, pero sí que es cierto que no pasar de fase de grupos sería una decepción, ya que tienen calidad para hacerlo. Pese a esto, es una incógnita su papel en esta competición: consiguieron el billete hacia Brasil mediante una repesca contra Islandia que se les pudo complicar al empatar el primer partido, pero que acabaron superando sin sufrir demasiado en el segundo. Es por esto que, pese a que es una muy buena selección, también es una realidad que pueden acusar su irregularidad en algún partido, que podría ser clave de cara a los objetivos que se ha planteado el combinado dirigido por Niko Kovac, quien consiguió ser el máximo responsable en el apartado de dirección técnica en detrimento de un Igor Stimac que fue despedido antes de jugar el repechaje a causa de una serie de malos resultados.



Los jugadores de la plantilla ofrecen una gran cantidad de recursos diferentes para jugar a lo que sea necesario en cada partido. En todas las posiciones tenemos futbolistas de diferentes características, especialmente en el centro del campo, pero vamos a ir paso a paso.




El portero titular es, sin discusión, Pletikosa. El actual guardameta del Rostov aporta bastantes garantías, pero no es una estrella, pues le faltan reflejos y mejorar la estirada. En defensa, parece que la pareja de centrales será formada por Corluka y Lovren. La sanción impuesta a Simunic por dirigirse a la grada con cánticos fascistas en la celebración de después del partido contra Islandia no le permitirá jugar el Mundial, por lo que parece ser que el defensa del Southampton va a coger su relevo. La enorme temporada que ha cuajado en la Premier League le han abierto las puertas a la titularidad de una selección en la que tendrá que luchar por un puesto contra Gordon Schildenfeld, pero, seguramente, por calidad y características va a ser Dejan quien acompañe a Corluka, central más que consolidado.

En bandas hay algo más de dudas. Si bien en el costado derecho es un fijo el capitán Srna, el alma del equipo y un de mucha llegada y presencia en ataque, en izquierda hay más debate. Dos jugadores pueden ocupar esta posición después de saberse la baja de Strinic: Pranjic y Vida. El primero es muy ofensivo, lo que podría causar problemas, ya que jugar con dos laterales que se incorporan tanto puede ser peligroso. El segundo es totalmente lo opuesto: jugar con Domagoj Vida de lateral es jugar con tres centrales –de hecho, su posición más habitual es ésta-. Es difícil pronosticar quien será el titular, pero por pensamientos de Kovac quizá nos decantaríamos por el del Panathinaikos.




Pero es en el centro del campo donde puede haber más disyuntivas. Ese doble pivote podría cambiar dependiendo del rival contra el que se juegue. Si miramos los nombres, deberían ocuparlo los dos mejores jugadores de la plantilla: Rakitic y Modric. Pero se tratan de dos jugadores con un perfil más organizador que destructor, lo que podría suponer un problema en caso de jugar contra oponentes que se encuentran muy cómodos teniendo espacios en zona de tres cuartos, como puede ser Brasil. Los dos jugadores han mejorado en el apartado defensivo en sus respectivos equipos, pues en momentos puntuales han tenido que sacrificarse en el trabajo sin balón, pero podrían llegar a sufrir en algunos momentos. Un punto a favor es que el cuadro ajedrezado se siente más cómodo en salida cuando son ellos dos los que ocupan el mediocentro: Rakitic baja a recibir entre centrales y automáticamente después se encuentra a un Modric dispuesto a recibir para girarse y empezar a crear la jugada de ataque en creación, donde con tantos jugadores creativos acumulados se agiliza el ataque organizado. Todo parecen cosas buenas con ese centro del campo tan bueno técnicamente, pero cuando no se tiene el balón la cosa es diferente. Aquí pensamos que entre el sevillista y el madridista se podrían repartir el trabajo defensivo relativamente bien, pero la opción más sensata es Vukojevic, un centrocampista de contención que posiblemente es el más disciplinado tácticamente de todo el equipo, y que además permite a los otros dos tener más vuelo y libertad para pisar terreno rival. Así pues, nos decantamos por un doble mediocentro formado por Vukojevic y Modric, lo que desplazaría a Rakitic hasta la posición de mediapunta.

Y dependiendo de quien juegue más atrás, jugarán unos u otros en la zona de enganche. Parece claro que en banda izquierda se seguirá apostando por el experimentado Olic, y que en derecha jugará Perisic. Los dos jugadores del Wolfsburgo no destacan especialmente en nada: no son rápidos ni desequilibrantes, y tampoco demasiado técnicos, pero son muy listos y saben estar donde deben. Hacen un trabajo muy importante sin balón y aportan movilidad en ataque. Mientras tanto, en el medio, podría entrar Kovacic. Con tan solo 20 años, se podría ver beneficiado en caso de que Rakitic y Modric jugasen en el doble pivote, pues la posición de mediapunta quedaría libre y ahí estaría el jugador del Inter. Su buen último pase y visión de juego le permiten ser totalmente válido para ocupar esa demarcación. En caso de que el del Sevilla y el del Madrid no jugasen juntos, como hemos comentado antes, uno de los dos subiría su posición y Kovacic perdería el protagonismo.


Srna y Olic son mitos en Croacia y aportarán veteranía a un grupo bastante joven.

Arriba es indiscutible Mandzukic. Uno de los mejores delanteros del mundo y una referencia en ataque. Puede servir de apoyo en jugadas en las que no se encuentren espacios: un balón largo hacia él puede servir para romper varias líneas y acercarse a la portería contraria. Debido a que el del Bayern no podrá jugar en el partido de inauguración, seguramente será Jelavic el que ocupe su posición. El del Hull City tiene características parecidas, aunque lógicamente no la misma calidad.  


POSIBILIDADES EN LA COMPETICIÓN

Por equipo, Croacia debería pasar a los octavos de final. El grupo en el que ha quedado encuadrada no es precisamente fácil, pero parece que deberían pasar, al menos, como segunda, ya que Brasil es bastante mejor. Una vez allí, es más difícil avanzar: muchas posibilidades de que toque un rival duro como España, Holanda o Chile. Si todos los jugadores están inspirados y juegan como saben, pueden hacerlo, pero deben mostrarse muy sólidos. En todo caso, pasar de la primera fase es casi una obligación. Lo que pueda venir después, una recompensa.


JUGADORES CLAVE

Pone “jugadores” porque es imposible escoger uno. Sin duda alguna, Rakitic y Modric son los mejores futbolistas croatas, y más teniendo en cuenta la temporada que han hecho ambos con sus equipos. Campeones de Europa League y Champions respectivamente y siendo figuras de los conjuntos ganadores, llegan al Mundial dispuestos a echarse encima a su selección para llevarla lo más lejos posible. Ya sabemos todos cómo son, así que no hace falta mucha carta de presentación: listos, con una enorme visión de juego y una calidad sobrenatural. Así podríamos resumir a dos jugadores que deberán tratar de ayudar más en defensa de lo que están acostumbrados si quieren ser el rey y la reina de este ajedrez.

JUGADOR REVELACIÓN


Ya hemos comentado antes que podría ser una de las sorpresas positivas de la alineación titular de la selección. Su enorme temporada en el Inter, que podríamos resumir en el colosal partido que hizo contra la Lazio, en el que dio 3 asistencias, le ha puesto en el escaparate mundial. Puede jugar de mediocentro o de mediapunta, pero en el combinado nacional es más habitual verlo por detrás del delantero. Tiene una gran calidad técnica, además de una enorme visión de juego y capacidad para dar el último pase. Puede hacer también regates exquisitos, y es relativamente rápido, lo que hace que además se sacrifique mucho sin balón y vaya siempre a la presión. Uno de los mejores jugadores jóvenes del mundo: Mateo Kovacic.


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