Análisis de Camerún: esconder todos los problemas

Cuando se habla de las selecciones africanas, uno automáticamente piensa en Camerún. Y es normal, pues los leones indomables son de los mejores de su continente históricamente. Quizá no han destacado mucho en la historia, pero sí que son importantes: todos recuerdan su gran actuación en la Copa del Mundo de Italia 1990, cuando liderados por el veterano Roger Milla llegaron a cuartos. Es un clásico del Mundial, y ha estado en cinco de los seis últimos, pero exceptuando la actuación del ’90, no han alcanzado grandes efemérides en las fases finales. A Brasil llegan con un equipo competente, pero marcado por las graves turbulencias de los últimos años. Ni en lo institucional ni a nivel de conjunto pasan por un buen momento, pero tienen una serie de nombres que podrían hacer un buen papel. No lo tendrán fácil, ya que coincidirá en el grupo A con rivales muy duros, pero lucharán con fuerza para, al menos, pasar a los octavos como segundos.

El juego de Camerún se basa en una mezcla de fuerza y contundencia con calidad y buen juego. Si bien es cierto que los cameruneses no destacan por su técnica y su destreza con el balón en los pies, sí que normalmente despliegan un juego de combinación agradable para la vista del espectador y a la vez efectiva de cara a los resultados. La clave del equipo está, sin duda, en el centro del campo.

Variante ofensiva

Variante defensiva

En la portería aparece siempre Itandje, quien parece ser el elegido para suplir el hueco que dejó Kameni gracias a la seguridad que ha mostrado cuando ha jugado. En defensa, en cambio, empiezan las dudas, pues varios jugadores se postulan como candidatos para ocupar esta línea de cuatro. Si bien es cierto que la pareja de centrales ha sido durante mucho tiempo la formada por N’Koulou y Chedjou, este último podría llegar a verse reemplazado por hombres como Matip o Nounkeu, si estos no ocupan el centro del campo y el lateral respectivamente. Y es precisamente en los flancos de la defensa donde aún hay más disyuntivas. Varios carrileros aparecen en la convocatoria, y la mayoría tienen opciones de ser titulares. La alternativa ofensiva sería poner a Bedimo y Nyom, ya que los dos se proyectan con mucha facilidad, pero quizás sufrirían más en defensa. Por otra parte, jugadores como Nounkeu, Assou-Ekotto, M’Bia –que ha jugado varias veces de lateral- o incluso Djeugoué –el único llamado que juega en la liga local- son más conservadores.

En el mediocampo todo dependerá de si se juega con un rombo –opción defensiva- o con tres –opción ofensiva-. Cuando se juega con cuatro acostumbra a ser Matip quien ocupa la posición de pivote, lo que aporta equilibrio pero también torpeza en el inicio de las jugadas, algo que no provoca Song, quien se coloca como único mediocentro cuando son dos sus acompañantes, y aunque no puede incorporarse tanto al ataque, da una salida limpia. Sus acompañantes serán presumiblemente Eyong Enoh, Makoun, M’Bia o N’Guemo en orden de probabilidad. El primero tiene la total confianza de Finke y apunta a titular, mientras que el segundo es un mito en su país y puede adaptarse en varias posiciones.  

El ataque también depende de la formación que se disponga. Cuando son dos las referencias, ocupan generalmente estas posiciones Eto’o y Aboubakar, mientras que al jugar con tres arriba se puede dar entrada a Choupo-Moting o Moukandjo, que han demostrado ser muy válidos cuando han jugado. Una alternativa más que válida sería introducir a Webó, un punta mucho más fijo que de llegar bien -se lesionó en el hombro en un partido de preparación- podría llegar a ser titular.

Posibilidades en la competición

Siendo sinceros, estamos delante de una de las incógnitas de la competición, que es capaz de lo mejor y de lo peor. Si bien es cierto que han demostrado que tienen mucho potencial, también han decepcionado en varias ocasiones y no extrañaría que lo volvieran a hacer. En todo caso, veremos una selección fuerte que puede dificultar el juego de toque de equipos como los que hay en su grupo, y que puede aprovechar este factor para pasar a octavos de final, donde es más que probable que se encuentre a un rival durísimo, por lo que es bastante difícil que lleguen muy lejos. Sin embargo, está claro que en el fútbol todo puede pasar.

Jugador clave

Pocas cosas he tenido más claras al escribir este artículo que el jugador que debía ocupar este apartado. Como hemos comentado antes, Song lo es todo en el equipo. El juego del equipo se basa en él: sigue las jugadas desde la defensa, donde puede ir a ayudar y sacar el balón jugado limpiamente, pero también es capaz de llegar hasta el área contraria para crear superioridad en ataque y aprovechar su disparo o su aptitud para desequilibrar en los últimos metros. Pero Alex no es solo eso, sino que además explota su fuerza para sacrificarse en defensa cuando es necesario y presionar arriba cuando el conjunto lo precisa. Es de largo el centrocampista más completo de los que hay en la convocatoria. Y también uno de los mejores del mundo, aunque ahora mismo no lo parezca por su discreta aportación en el Barça.

Jugador revelación

No es demasiado conocido, ya que a los 22 años aún no ha destacado en ningún club grande, pero Vincent Aboubakar puede ser la revelación camerunesa. El delantero del Lorient ya ha jugado 22 veces con la selección y parece que va a aumentar la cifra en el Mundial. Se trata de un punta muy potente, rápido y fuerte, que va bien por alto, tiene buen disparo y bastante gol, aunque aún no lo ha demostrado del todo en su país. Sí lo ha hecho en Ligue 1, donde ha anotado hasta 16 goles y se ha otorgado el título de jugador revelación. Nadie contaba con él, pero ha aparecido de golpe y se ha ganado la fe del míster, que lo puede alinear dejando fuera a otros delanteros más míticos como Webó.