jueves, 3 de abril de 2014

El Standard da un gran paso hacia el título

Los Play – Off por el título de Jupiler Pro League han comenzado. Standard de Lieja y Anderlecht se enfrentaron el pasado fin de semana en uno de los clásicos del país flamenco. Los locales han terminado la fase regular en el primer puesto clasificatorio, contando solo tres partidos por derrotas. Mientras, sus rivales del Anderlecht, han terminado en el tercer puesto. Los hombres de Van dem Brom, pese haber sido derrotados más veces que su rival, fueron el conjunto más goleador de toda la fase regular. El Estadio Maurice Dufrasne se presentaba al completo y con un ambiente que representaba perfectamente la importancia del partido. La victoria dejaba a uno de los favoritos fuera de la lucha por el título y provocaba que el vencedor cogiera un gran impulso.

Carcela celebrando el gol de la victoria ente el Anderlecht (Vía Getty Images)


El Standard de Lieja es un conjunto que posee una gran riqueza táctica. Guy Luzon puso en liza un sistema 4-4-2 donde podíamos distinguir el siguiente once: Kawashima; Stam, Ciman, Arslanagic, Van Damme; Mpoku, Vainqueur, De Sart, Carcela; Batshuayi, Ezekiel. El dominio del partido fue, casi en su totalidad, del Standard. Dentro de ese teórico 4-4-2 pudimos observar cambios de posición y movimientos constantes que eran muy difíciles de seguir por los rivales. Mpoku, sobre el papel, era el hombre de banda derecha, sin embargo, se ocupó el medio campo aportando una gran superioridad en esa zona. Ese espacio que generaba en banda, era aprovechado por las subidas de  Van Damme, el lateral derecho, que actuó más bien de extremo.

El 4-4-2 del Standard en repliegue.


Vainqueur ocupaba una de las posiciones en el doble pivote. Desde ahí hizo las veces de tercer central, apoyando en la salida de balón y haciendo coberturas a Van Damme en sus subidas aprovechando el espacio que generaba Mpoku al irse al medio. Los dos puntas también aportaron al medio. Como se puede observar, el Standard comenzó a dominar el partido por la acumulación de hombres en el medio. Esa acumulación de jugadores en la parte central posibilitaba una agresiva presión tras pérdida que imposibilitaba la salida limpia de balón por parte del Anderlacht. Ezekiel, uno de los dos puntas, caía constantemente a banda. Cuando esta caída se producía a la izquierda, se podían juntar hasta cuatro jugadores en la banda: lateral, banda, delantero e incluso el medio centro. Las rotaciones y movimientos fuero constantes.

El Anderlecht cerraba en 4-1-4-1 y esto provocaba que cuando se superara la primera línea de centrocampistas quedaran pocas opciones de parar el ataque del Standard. Los espacios eran muy bien repartidos y si esto se suma a los apoyos en el medio nos encontramos con un dominio claro. El abrir el campo acumulando hombres en banda hacía que se generasen espacios por el medio y carriles en la banda contraria. Además, en el proceso de salida de balón se podría intuir un posible 4-3-3 por la posición tan centrada de Mpoku. Carcela arrastraba marcadores con sus buenas diagonales desde la banda derecha hacia el medio, lo que favorecía la subida de Stam. En comparación con la izquierda, poco fue aprovechada la banda derecha por el Standard.

El 4-1-4-1 del Anderlecht en repliegue.


La colocación de los jugadores en ataque era la correcta para frenar las posibles contras tras pérdida. Si el rival conseguía robar el balón, todos trabajaban en presión para recuperar. Con el rival ya en campo del Standard, estos se organizaban en un 4-4-2 en repliegue, pero con la variable de incrustar un mediocentro entre los dos centrales para poblar la zona central del área. Pollet, el delantero titular del Anderlecht, se movió entre el doble pivote de los locales y entre su línea defensiva. Ese espacio hubiera resultado más fructífero para los visitantes si hubieran tenido la posibilidad de contragolpear en más ocasiones y más regularmente. Eso lo impidió una gran solidez y sacrificio en el medio. La defensa, sobre todo los centrales, no solo se dedicaban a defender su zona. Ciman, uno de los centrales, explotó bien su buena salida de balón desde atrás. En varias ocasiones pudimos verle metido en la banda, por delante incluso de Mpoku, que le cubría la posición en un despliegue físico que le pasaría factura en la segunda mitad.

Podemos ver los radicales cambios de posición, donde el lateral
ocupa la posición del punta y el delantero la banda.


Los centrales se quedaban como casi laterales ante la llegada del mediocentro para ayudar en salida y los laterales ocupaban una posición más adecuada para un extremo. Esa era la disposición del Standard en salida de pelota. Una colocación un muy distante con la que adopta el Bayern de Guardiola en la misma situación de juego. Todo lo anteriormente comentado sirvió para que se generaran algunas ocasiones claras y sobre todo para que el Standard se pusiera por delante. La mayoría de ese peligro llego con centros desde la banda izquierda. En el gol, Mpoku se generó un espacio para el centro mediante una buena finta de cadera. Pudo colocar el centro y los defensas rivales no pudieron despejarlo. Carcela se anticipó a su marcaje y metió el primer gol.

La tendencia interior de Mpoku crea espacios en banda
aprovechados en las subidas del lateral.


El Anderlecht, en cambio, salió con un 4-5-1 de inicio, formando con: Proto; Vanden Borre, Nuytinck, Kouyate, Deschacht; Kljestan, Gillet, Praet, Najar, Tielemans; Pollet. Su salida de balón no fue nada depurada en la primera parte por méritos del rival, de ahí que abundara el balón parado. Con el balón parado se salvaba la presión y se sacaba la pelota de zonas de influencia mínima. El problema fue que los hombres de arriba no estuvieron acertados en bajar dichas pelotas aéreas. Los balones que llegaron tras jugada, normalmente salían por la banda derecha por el buen hacer en las conducciones de Najar, y que acababan en los hombres de arriba generaban algunos 3x4 a la defensa rival. Dos hombres se encuadraban entre los mediocentros rivales para recibir, girarse y encarar la defensa en superioridad con algún apoyo lateral. El lateral derecho no se va directamente a posiciones atacantes, sino que se queda ayudando a los dos centrales en la salida de balón por las limitaciones técnicas de estos.

Al contrario que su rival, el Anderlecht cerraba en 4-1-4-1 con la variable del 4-4-2 según la situación que se diera en la recuperación rival. Kljestan se quedaba como hombre escoba, realizando una labor de contención más que correcta y con importantes robos de balón. Además de esa buena labor defensiva, se incorporaba con peligro desde segunda línea en ataque. En el caso de que se diera alguna contra peligrosa y Kljestan no pudiera robar limpio, siempre estaba ahí para realizar las típicas faltas tácticas. Realizó una gran labor en el medio como único mediocentro puro. Van den Borre no se incorporaba tanto como su homónimo en el equipo contrario, pero cuando lo hacía lo realizaba con peligro. Según estuviera el conjunto situado, se iba para el interior o atacaba la banda hasta línea de fondo. De esa segundo jugada llegaron algunas ocasiones de peligro en forma de centros mal despejados por la defensa del Standard que fueron aprovechados por los jugadores en la frontal del Anderlecht.

Van den Borre ayuda en la salida de balón a los centrales.



Tanto Praet como Gillet, aportaron gran trabajo en forma de presión. El primero de ellos tuvo más tendencia a escorarse a su banda y tranzar con Tielemans, algo desaparecido durante todo el partido. Gillet ayudó tanto en presión como en la salida de balón por el medio. Poco pudimos disfrutar del serbio Mitrovic, algo desaparecido desde que salió al campo. Tras la expulsión de Carcela por una entrada criminal, el Anderlecht encerró en su campo al Standard. Pese al tremendo agobio en forma de centro y no dejándoles salir, los visitantes no consiguieron marcar el gol del empate y la victoria fue para el Standard para delirio del estadio y de su entrenador. 


Christian Sánchez de la Blanca Portillo | 

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