viernes, 4 de abril de 2014

El gran tapado destroza al Valencia



Los valencianistas se las prometían muy felices cuando llegaron a Basilea. Aparentemente, partían como favoritos ya solo por nombres, pero si a esto se le añadía que el partido se jugaría sin afición –y, por tanto, se perdería el factor campo- y las bajas de su equipo rival –aunque el equipo de Pizzi también tenía sus bajas, quizás no eran tan significativas-, llegaban con la esperanza de sacar un gran resultado del St. Jakob Park. Nada más lejos de la realidad. El tapado de esta Europa League arrolló al Valencia como quiso y deja la eliminatoria casi sentenciada con solo la ida. 

Onces del encuentro



La previa del partido llegaba marcada, principalmente, por las bajas en ataque del Basilea. Tanto Marco Streller como Giovanni Sio, los dos delanteros centro del equipo, estaban ausentes para este encuentro, por lo que Murat Yakin se tuvo que reinventar como pudo para hacer una alineación competente con lo que tenía. Y lo hizo. Y tanto si lo hizo. 

Como cabía esperar, alineó un 4-3-3 en el que introdujo a Matías Delgado, generalmente centrocampista ofensivo, de falso nueve, mientras que los dos extremos fueron Stocker y David Degen, en izquierda y derecha respectivamente. Lo que consiguió con esto el equipo fue obtener mucha movilidad en posiciones ofensivas y dar espacios para la llegada desde segunda línea de compañeros más atrasados, sobre todo los laterales, que aprovecharon los espacios en banda que dejaban las internadas de los extremos para subir al ataque y centrar al área.

Ataque del Basilea durante la primera parte.


Los movimientos en ataque de los locales fueron, aunque variados, muy claros. En lo que se basó esta ofensiva fue en los espacios en la parte más adelantada que dejaba Delgado al atrasar su posición. Tanto si bajaba a la posición de centrocampista ofensivo o si caía un poco a la banda, los hombres que le acompañaban ponían también en marcha sus automatismos. Era David Degen quien se desmarcaba hacia la posición de delantero centro, dejando espacio por esa banda a su hermano Philipp. Por la otra banda, Stocker no tenía una tendencia tan marcada, ya que se movió por toda esa zona con bastante libertad. Pese a esto, también permitió las subidas del lateral de su banda, Aliji, que, pese a su juventud, firmó una gran actuación. Además, también contaron con las llegadas de los dos interiores, Xhaka y Díaz, que desorientaron a la defensa che. Todo esto sumado a la temprana lesión de Senderos, cosa que hizo que el Valencia se quedara sin centrales y tuviera que entrar Barragán en su lugar, hizo que el partido se decantara más a favor del Basilea.




En esta jugada vemos algunas cosas de las que hemos comentado. Se forma un triángulo en la banda derecha. Delgado (azul) baja para dejar espacio a D. Degen (rojo), que a su vez posibilita la incorporación de su hermano (amarillo). La defensa se desorienta y David aprovecha esto para desmarcarse en profundidad y esperar el pase en largo del lateral. También vemos a Stocker, más centrado, esperando segunda jugada. La acción termina en una caída de Degen en el área en la que se reclama penalti.

Así llegó la mayor parte del peligro durante todo el primer tiempo por parte de los dos equipos, ya que el Valencia, en los primeros 45 minutos, no creó nada de ataque quitando alguna jugada aislada sin demasiada historia. 

El primer tanto del Basilea no se hizo esperar más y llegó en el minuto 34. Fue un golazo de Matías Delgado, que hizo un trabajo enorme durante todo el partido y que culminó con dos goles importantísimos para las aspiraciones suizas en esta Europa League. El argentino no estaba teniendo nada de suerte durante esta temporada y, de hecho, solo había marcado un gol en copa, por lo que este encuentro le sirvió mucho para rehacerse y coger confianza de nuevo. En el aspecto táctico, el gol llegó después de juntarse, otra vez, tres jugadores en banda derecha. Esta vez, pero, fueron el interior, el delantero y el lateral:



En este caso, D. Degen (rojo) ya se sitúa de delantero centro desde el inicio de la jugada -no se desmarca en el último monento-, aprovechando el movimiento hacia atrás de Delgado (azul). Aquí, como antes, P. Degen (amarillo) vuelve a aprovechar el espacio que dejan sus compañeros para llegar casi hasta la línea de fondo y dar el pase a Delgado, que anota desde fuera del área. Aquí se introduce la llegada del interior, Marcelo Díaz, que combina con el lateral mediante una pared para evitar la presión.

Y así sucesivamente, y las llegadas del Basilea eran constantes y azotaban a la defensa valencianista, que no sabía por donde salir de ahí. Seguramente, fue la primera parte en la que los ches se vieron más superados en mucho tiempo. Enfrente, tenían a un rival que muchas veces es infravalorado pero que en este partido volvió a demostrar que si siempre está luchando con los más grandes en Europa es por algo. Y con el segundo gol dio el golpe de autoridad definitivo.


Este segundo gol nos deja muchísimas cosas que resumen muy bien la primera parte, por lo que lo vamos a desglosar por partes para hacer más sencilla la explicación:

-En esta ocasión, los suizos decantan todo su ataque al costado izquierdo. Esto lo vemos, por ejemplo, en las posiciones de los dos extremos (rojo). Mientras que el extremo izquierdo está en su posición, dispuesto a centrar, el extremo derecho, Degen, ha cambiado casi de banda y ha arrastrado hasta dos jugadores que están pendientes de él (flechas blancas), que son el central Mathieu y el mediocentro defensivo Keita. 

-La línea negra marca la defensa del Valencia. Muchos se preguntarán quién es ese jugador que queda descolgado. Es Paco Alcácer, el delantero. Ejemplo de la desorganización del Valencia en defensa. Y esto no le quita méritos al Basilea, todo lo contrario, los suizos provocaron que los de Pizzi estuvieran tan perdidos en muchos momentos del partido.

-El lateral izquierdo, Aliji, también se incorpora al ataque y, esta vez, se mete por dentro y deja la banda libre para el extremo Stocker, al contrario de lo que vimos en los anteriores casos.

-La jugada viene de un error en la salida de Joao Pereira, que intenta empezar la jugada él solo y acaba perdiendo el balón. La pelota le llega a Stocker, que ve que Delgado está libre de marca gracias a que Degen había arrastrado al central y a que Juan Bernat no llega a tiempo ya que le coge a contrapié cuando ya se disponía a avanzar con la salida de su homónimo en la banda derecha.


En la segunda mitad, el escenario del encuentro cambió bastante. El Valencia empezó a apretar más en campo rival por la necesidad de marcar un gol que equilibrara un poco la eliminatoria y el Basilea, como es lógico, se mostró más conservador, pues el resultado que figuraba en el electrónico le era increíblemente favorable.

Los visitantes empezaron a tener más llegadas y tuvieron hasta cuatro ocasiones de gol, pero acusaron la falta de acierto en los metros finales. Mientras tanto, Murat Yakin metía cada vez más centrocampistas para dominar el juego ahí, tanto en lo creativo como en lo físico. Con estos cambios modificó un poco la formación y movió a algunos jugadores de posición, pero volvió a acertar en todo. Sin duda, el entrenador del Basilea fue el mejor del partido por delante de cualquier jugador, y difícil que es con el partidazo que hicieron sus discípulos. Metió a Frei en lugar de Philipp Degen, metiendo así al suizo en el medio del campo y enviando a Xhaka en el lateral derecho que ocupaba el sustituido. Después, dio entrada a Elneny, otro mediocentro, y sacó al que teóricamente estaba ocupando la posición de delantero centro, Matías Delgado. El equipo, ahora así, se quedó sin referencia en ataque. Para finalizar, con la lesión del central Schär, que volvió a demostrar que es un defensa de talla mundial pese a su juventud, retrasó la posición a Frei y metió a Embolo de centrocampista, pese a ser delantero y haber entrado en las quinielas de la previa como posible sustituto de Streller en el partido.

 Pese a haber destacado anteriormente los buenos movimientos ofensivos del Basilea, en el medio del campo también trabajaron muy bien, sobre todo Serey Dié, al que nunca se le reconoce tanto porque hace el trabajo sucio y Xhaka, que estuvo muy bien y volvió a enseñar su polivalencia, demostrando, con todo esto, que merece estar en la lista de mundialistas de Suiza.

Formación del Basilea durante los minutos finales.

Poco cambió, por su parte, la composición del Valencia. El cambio de Piatti por Fede Cartabia no alteró nada las posiciones de los jugadores en el campo, pero sí es verdad que el equipo estuvo mucho más en campo contrario y se arriesgó, buscando un gol que les diera alguna esperanza de cara a la vuelta. Pero este gol no llegó.



Hasta siete jugadores del Valencia llegaron a atacar en el último tramo del enfrentamiento buscando el ansiado tanto. La imagen nos muestra la definitiva. Al estar tan volcados, dejaron muchos espacios atrás, y, como Mathieu había subido el balón, se quedaron con un solo central para defender, por lo que un balón largo les sorprendería. Y esto hizo. Perdieron el balón en posiciones muy adelantadas y la jugada pilló desprevenida a la defensa, por lo que Stocker se anticipó ante Barragán -que, recordemos, no es central- y acabó definiendo con una vaselina magistral para poner un resultado aún más redondo en el marcador para delirio de la afición, que, pese a no poder asistir al encuentro, les acompañaron en todo momento como durante toda la temporada.

Así pues, el equipo que más ha sorprendido en competiciones europeas durante los últimos años vuelve a hacer algo grande, dando un paso de gigante para acabar eliminando al Valencia en Europa League y clasificarse para semifinales. Habrá que ver, ya que aún se tiene que jugar la vuelta, pero está claro que los RotBlau han encarrilado a la perfección estos cuartos. Y quizás va siendo hora de tener un poco más de consideración a este equipo, porque ya hace años que no es una sorpresa, sino una mera realidad.

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