lunes, 21 de abril de 2014

El Burnley vuelve a la Premier: análisis del equipo de Lancanshire

El Burnley es el club de fútbol de la ciudad de Burnley, localizada en el condado de Lancanshire, al noroeste de la isla británica. El Turf Moor ha vivido antaño tiempos mejores, donde el club fundado en 1883 consiguió una liga inglesa (antes llamada First división), una FA Cup (justo hace un año, en la temporada 1913/1914) y dos Community Shield (1960 y 1973). Atendiendo a esos éxitos, no cabe duda de que es un club que tuvo un gran pasado. De hecho, en su presente más actual se encuentra en la Championship (segunda división inglesa). Mejor dicho, se encontraba, ya que esta misma tarde, con su victoria en casa ente el Wigan, el club ha certificado su vuelta a la máxima división inglesa.




Tras treinta y tres años deambulando por divisiones inferiores, el club de Burnley consiguió su primer ascenso a la Premier League (con el nuevo formato) en el año 2008/2009. Poco logró mantenerse en la Premier y volvió a la Championship, en la que ha estado durente cuatro años hasta lograr el ascenso. En esas cuatro temporadas el club de Lancanshire quedó en octava, decimotercera, undécima y, por último, segunda posición. Eddie Howe no logró entrar en Play – Off la primera temporada, lo que se tradujo en un bajón de moral y en un puesto 13º la siguente. Con Sean Dyche en el banquillo, el club mejoró ostensiblemente. El equipo se aclimató al técnico la pasada campaña y en esta han vuelto a conseguir el anhelado ascenso.

Los éxitos de Burnley se basan en una sólida defensa, pero sobre todo en un ataque muy goleador. La pareja Ings – Vokes ha conseguido (a falta de dos jornadas para el final) un total de cuarenta goles: veinte Ings y otros veinte Vokes. En esta recta final de temporada, Sean Dyche no ha podido contar con uno de sus puntas estrella. Sam Vokes sufrió una grave rotura de su ligamento cruzado anterior que le ha impedido mejorar sus ya grandes números goleadores. Ashley Barnes ha sido un sustituto de garantías. Su rendimiento en el campo no se cuenta ya con goles, sino con un gran trabajo en presión y ayuda a sus compañeros. La juventud de Ings y su buen rendimiento nos lleva a pensar en un posible salta a un club más grande. Sería crucial para el Burnley poder mantenerlo de cara a su competitividad la temporada que viene en Premier.

Sean Dyche apostó desde el primer momento por el 4-4-2 como sistema de juego, que no como modelo. Su modelo de juego es muy claro: la salida parte desde el medio para acabar por bandas, desde ahí se puede optar por el centro o por la internada en diagonal. Además, el poderío físico de sus puntas favorece los balones largos desde la defensa. Los puntas aguantan los balones en largo con gran técnica y esperan la llegada de los bandas, casi básicos en el juego de los de Lancanshire. Además de los hombres ubicados en los costados, los laterales adquieren una gran importancia. Trippier, el canterano del City, adquiere una gran importancia ofensiva. Sus subidas al ataque dependen de la posición que ocupe el hombre con el que comparte banda.



Nos basamos en el ejemplo de la imagen, en el que Trippier y Arfield comparten banda. El modelo de juego dl Burnley presenta muchos automatismos. Uno de estos automatismos se basa en atacar con tres jugadores: dos falsos extremos y un punta centrado. En este caso, uno de esos falsos extremos es Arfield. Cuando el escocés se introduce en esa posición, Trippier se adelanta mucho, llegando a ocupar un espacio más propio de un carrilero. El final propio de este tipo de jugada es el centro del lateral derecho al área, aprovechándose de la altura de sus puntas y de una posible segunda jugada a través de la incorporación de hombres desde segunda línea en la frontal.





Los saques de esquina son una de las bazas atacantes de los de Dyche. Kightly se encarga de botar los saques de esquina derechos y Jones los del costado izquierdo.  La colocación se compone de un jugador al primer palo, otro al punto de penalti y tres al segundo que entran con fuerza. Con tan solo presenciar esta ubicación parace claro que peinar en el primer palo para rematar en el segundo es una de las jugadas más usadas. Sin embargo, la sorpresa la dan en algunas jugadas cuando colocan el balón al jugador del punto de penalti. La entrada de tantos jugadores al segundo palo se lleva o despista al marcador del medio. El jugador se aprovecha y realiza un buen movimiento anticipándose y generándose espacio para disparar sin oposición.

En sus ataques acumulan muchos jugadores en campo contrario, con lo que las pérdidas o el mero hecho de no finalizar las jugadas puede conllevar peligro. Sin embargo, el Burnley realiza unas rápidas transiciones defensivas en las que se puede apreciar un gran trabajo y sacrificio como equipo. Siempre cierra con dos líneas de cuatro, dejando a los dos nueves en posiciones más adelantadas para que aguante balones y esperen la incorporación de los demás. En la banda, al ser el potencial generador de ocasiones atacantes, se suelen juntar dos o más jugadores. El lateral del lado de salida se incorpora y se asocia con el banda, pero además el delantero de ese costado se vence a la banda para provocar superioridad. El lateral del lado contrario a la salida de balón, cierra con el mediocentro con menos vuelo, escorándose más hacia posiciones interiores.

Tras la pérdida en posiciones atacantes, antes que el rápido repliegue, se lleva a cabo una buena presión que permite recuperar nuevamente. La defensa en los saques de esquina rival es realizada con marcajes al hombre y en zona. Una de las debilidades defensivas del club es la espalda de ambos laterales. Trippier, en sus múltiples incorporaciones, suelde dejar muy desguarnecida la espalda y Meet presenta algunos problemas para defender al espacio y para girarse en velocidad. Ings, cuando se pasa al ataque con extremos, fija bien a los centrales rivels liberando gran espacio en banda. Si el rival falla en alguna ayuda lateral, la posibilidad de hacer daño por ahí es mucha.



Según el intervalo de tiempo, el los de Dyche realizan una presión agresiva o no. Los diez o quince minutos iniciales de cada parte, los dos puntas realizan una intensa presión sobre la salida de balón rival. Esto viene motivado por el físico de los jugadores. El esfuerzo alto que requiere una presión de ese nivel desgastaría a los puntas, por eso solo se realiza durante no más de quince minutos. Ese trabajo es el ahorrado en el repligue. Ese esfuerzo puede desembocar en un tempranero gol por una pérdida o un fallo del rival motivado por esa presión, iniciando los cuarenta y cinco minutos restantes con una ventaja que obligue al rival a tomar riesgos.




Para aguantar los resultados apurados, uno de los puntas comienza a realizar trabajo defensivo, formado una línea de cinco por delante de la defensa de cuatro. Al contar con Ings arriba, los balones largos se convierten en una alternativa atacante y también en una variante para salvar la presión del rival. Nightly es uno de los mayores activos del club en cuanto a rendimiento. El extremo inglés suele jugar a banda cambiada (es diestro, juega en la izquierda) para explotar su buen recorte hacia dentro y la posibilidad de disparo. Su buen uso con la pierna izquierda también le permite centrar con asiduidad en vez de entrar hacia dentro. En la salida, el inglés se mete casi como mediocentro para apoyar, algunas veces se puede observar más retrasado que el lateral. Además de todo lo anterior, también es muy polivalente, ya que ofrece un rendimiento similar a banda natural. Su buena asociación con los demás jugadores y su buen uso de ambas piernas le ha dado victorias importantes a su equipo, ya fuera con asistencias o con goles (ejemplo del partido disputado en Blackpool).




Christian Sánchez de la Blanca Portillo |  

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