1.- Seedorf planteó el encuentro con la mirada puesta en la Champions. El conjunto “rossonero” salió con los dos centrales que vienen siendo suplentes, Mexes y Zapata y con Muntari escoltando a Montolivo. La zona de tres cuartos estuvo formada por Robinho, Birsa y Honda, del cual no estamos viendo su mejor versión ni mucho menos.
2.- Di Natale se colocó alineado entre los dos centrales del Milan. Cuando el Udinese salía al contragolpe, el delantero italiano se movía al medio para recibir. El movimiento era seguido por uno de los centrales y por ahí se creaba una superioridad. Sobre todo por la izquierda, donde Widmer estuvo muy acertado aprovechando la espalda de Emanuelson y encarando una y otra vez a un lento Mexes.
3.- Lo mejor del Milan en el encuentro de hoy es la vuelta de De Sciglio. El lateral internacional por Italia está totalmente recuperado de sus problemas físicos y vuelve a exhibir si nivel normal de juego. El ataque del conjunto de Seedorf estuvo monopolizado por el entendimiento entre Robinho y De Sciglio. Ambos generaron algunos 2x1 y el lateral italiano realizó buenos desmarques a la espalada de la defensa de Udine.
4.- Ni Honda, ni Robinho, ni Birsa. Ninguno de los tres hombres de tres cuartos aportaron lo suficiente para hacer daño al Udinese. Robinho pudo ser el más destacado de los tres, moviéndose por todo el flanco atacante y combinando bien con De Sciglio. Birsa no se encontró. No vimos esa versión dinámica y técnica del jugador del Milan y tampoco tuvo oportunidad de sacar su preciso disparo con la zurda.
5.- Honda es caso aparte. El japonés llegó como el gran refuerzo del Milan, el que asumiría los galones del equipo. No obstante, se adjudicó el dorsal de los cracks, el 10. Han pasado dos meses desde su llegada y no ha ofrecido lo que se esperaba de él. El japonés está pesado, solo puede destacar (y casi ni eso) en las jugadas a balón parado. No puede conectar con los hombres de arriba y Taarabt le ha comido la tostada.
6.- El Udinese, encerrado atrás esperando una contra, hizo más daño del esperado. Ante un Milan largo, los jugadores de ataque del conjunto de Udine disfrutaron de muchos espacios en la frontal. Las transiciones “rossoneras” fueron lentas y los centrales reculaban en exceso. Desde ahí, Di Natale llevó peligro en disparos de media distancia. El delantero italiano disfrutó de espacios en jugadas largas en ataque.
7.- Pereyra y Bruno Fernandes llevaban el peso del Udinese en las contras y en jugadas pausadas. Las conducciones interiores de ambos atravesaron el mediocampo del Milan sin oposición. De una combinación entre ambos jugadores llegó el gol. Pereyra recibió, devolución perfecta y Bruno la pone para que Di Natale solo la tenga que empujar.
8.- Tras el gol, el Milan no reaccionó. Seedorf no consiguió reconducir el rumbo del equipo con los cambios. El primer cambió fue quitar a Birsa y dar entrada a Essien. Durante aproximadamente un cuarto de hora el centro del campo del Milan estuvo formado por Montolivo y dos interiores, que eran Muntari y Essien. Montolivo, por más que quisiera, no fue capaz de dar salida limpia al equipo con tal acompañamiento en la medular.
9.- Balotelli volvió tras su lesión en el hombro. El italiano aportó poco los minutos que Seedorf le dio. Su mano se dirigía en repetidas ocasiones al hombro, por lo que aun arrastraría molestias de la lesión. Seedorf agotó su último cambio dando entrada a Taarabt por Muntari. El ex del QPR, no fue el de partidos atrás. Jugó en una posición muy retrasada, con la intención de ayudar al equipo en la salida. Su aportación en ataque fue casi nula.
10.- Desde que el Udinese marcó el gol, el Milan no creó peligro. No fue porque los centrales del Udinese realizaran un perfecto partido, fue porque Pazzini solo rascó bola fuera de posición. Solo puedo recordar un pase entrelíneas que habilitara al nueve italiano, fue de Balotelli y el balón acabó en las manos de Scuffet. La profundidad del Milan solo existió por banda y fue explotada en forma de centros que encontraron pocos o ningún rematador.
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