miércoles, 26 de marzo de 2014

La Roma se aferra al segundo puesto

El Torino lo tuvo en la mano. Planteó un partido a una velocidad larga en ataque y casi consigue su objetivo de ganar en la capital. La Roma evitó un nuevo tropiezo con el conjunto de Turín, que ya le frenó en la ida. Frenó, nunca mejor dicho, porque los de Rudi García llegaban con una intratable racha de diez victorias consecutivas. En el Olímpico se sufrió, pero un gol final en un fallo en salida del Toro hizo que los romanos sigan cómodos en la segunda plaza.



El Torino planteó el partido basándose en su 3-5-2 inicial. Los carrileros ejercían una labor ofensiva con balón y defensiva cuando tocaba replegar. En ese repliegue se pasaba de defender con los tres iniciales a hacerlo con tres centrales y dos laterales. Vives, el mediocentro, y los dos interiores, El Kaddouri y Kurtic, achicaban espacios en el medio. Immobile y Cerci se quedaban en posiciones atacantes, salvo en las jugadas parada. En estas jugadas Immobile se suma como un defensa más aprovechando su físico para los balones parados.

El Torino defiende en velocidad corta. No presiona tras pérdida se repliega para atraer las líneas del rival lo más cerca posible de su área para, tras robar, iniciar una rápida transición comandada por Cerci, por algunos de los carrileros o por algún pase al espacio a la espalda de la defensa para Immobile. Precisamente son estos envíos los que condicionan de alguna manera el juego al contragolpe de los de Turín. Immobile tiende al desmarque al espacio de la espalda de la defensa rival casi de manera continua. Lo hace bien y el equipo saca renta de ello. En ocasiones esa baza se convierte en una contraprestación para el propio equipo. Se abusa de pase al espacio cuando el equipo no ha adoptado una posición que asegure una buena transición ataque-defensa y, si se falla en esta situación, el equipo está vendido.

Un claro 5-3-2 en defensa


Sin embargo, si se explota con sabiduría es un recurso que asegura goles. Immobile se está destapando esta temporada como gran goleador. Un delantero joven, que el pasado verano disputó el europeo sub-21 donde Italia llegó a la final y cayó ante España. El italiano lo está haciendo bien y oposita al mundial en una demarcación que puede ser un auténtico dolor de cabeza para Prandelli. Después de este breve inciso, seguiremos insistiendo en el factor de los desmarques a la espalda del punta. Tan prolíficos son, que así llegó el gol del Torino. Un balón de Vives en largo, desde su campo, hacia un desmarque de Immobile fue el desencadenante de un rayo, que golpeo en un abrir y cerrar de ojos a los de Rudi García. Ciro continuó la carrera y esperaba recibir al espacio. Ante la imposibilidad de controlar y frenar para conseguir una buena posición de disparo, decidió golpear de primeras con su pierna menos buena, pero más apropiada para el remate. El resultado fue una volea espectacular al palo largo de De Sanctis. El ex del Sevilla solo pudo hacer la estatua.

Se juntan muchos jugadores en posiciones de banda.


Tras el gol se incurrió en el error de recular demasiado y, sobre todo, de no presionar ya en campo propio, se esperaba demasiado. El equipo fue sucumbiendo al ataque en velocidad corta de la Roma, que tocaba y tocaba embotellando al Toro en su área. El toque desembocaba en dos opciones: un balón interior o apertura a banda para que se centrara desde ahí o se penetrara por la línea de fondo. El balón interior es efectivo en un caso parecido al de Immobile. La Roma posee un delantero de un perfil parecido al de Ciro: Destro. El delantero romanista también participó con Immobile en el europeo sub-21 de este verano, también oposita al mundial y también está cuajando una gran actuación con su equipo. 

Situaciones muy similares para jugadores de perfiles no muy alejados. Los modelos de juego de ambos equipos difieren, como ya hemos comentado: la Roma ataca en velocidad corta, mientras que el Torino lo hace en larga. Immobile se beneficia del juego de su equipo. Sin embargo, Destro ofrece soluciones al modelo de la Roma. Destro fija bien a los centrales rivales, por lo que los hombres de banda pueden actuar con más espacios y libertad. Además, los balones precisos al espacio son letales. Tanto Immobile como Destro son jugadores que viven al filo del fuera de juego. En una posición antirreglamentaria por milímetros, partió Destro para marcar el primero de la Roma en el encuentro. Tanto que sería contrarrestado por el de Immobile en la segunda mitad.

Maicon irrumpe a la espalda de la defensa del Toro.


La Roma jugó un partido muy completo. Defensivamente no tuvo una gran exigencia. Toloi debutó como romanista en un partido placido donde solo tuvo que estar atento con el balón lejos del área de De Sanctis, ya que tuvo que prestarle atención a los movimientos de Immobile. Castán fue uno de los mejores de la Roma. Las veces que el Torino llegaba en contra, salía en peligrosas pero correctas entradas para cortar bien el juego. Estuvo atento a las recepciones de Cerci, las que defendía muy pegado a su espalda para evitar que se diera la vuelta y tuviera que optar por un inofensivo pase atrás. Con una sólida defensa y las ayudas de De Rossi el partido estuvo controlado.

Las bandas eran otra historia. Allí podían juntarse el lateral, uno de los interiores, el extremo y hasta el delantero. Normalmente eran tres los que allí se daban cita para crear una superioridad en triangulación corta que se rompía con un irrupción agresiva y con fuerza del uno de los jugadores a la espalda del lateral rival. Esto dejaba la opción de dar el balón al jugador en desmarque o aprovechar el espacio generado por ese movimiento. Maicon hizo mucho daño en esos desmarques y en sus irrupciones por banda. Fue un auténtico quebradero de cabeza y un torrente generador de ocasiones de gol desde ahí.

Muchos jugadores van hacia dentro para esperar centro.


Nainggolan desde el medio hizo de todo. Trabajó defensivamente con todo el medio, se escoraba a banda, lazaba centros laterales y disparó desde media distancia. Cuando Pjanic cogió los mandos del partido, la Roma mejoró exponencialmente. El toque, toque y toque se pudo escuchar desde la banda por parte de Rudi García. Así se hizo. Se metió al rival en su área, pero no se lograba concretar. Los cambios dejaron a un equipo con un sistema 4-2-3-1, más bien con dos extremos. Bastos pasó al lateral para aportar más profundidad que Romagnoli y aprovechar el espacio en las diagonales interiores primero de Ljajic y luego de Florenzi. Pjanic y De Rossi se quedaron como doble pivote ante la salida de Nainggolan y la salida de Ljajic que se colocó como mediapunta.


El Torino pudo llevarse la victoria en dos acciones finales, sin embargo fue todo lo contrario. Una de sus transiciones atacantes rápidas fue su condena. Immobile no consiguió controlar un balón y la Roma robó cuando el rival salía. Pilló al Toro descolocado y lo aprovechó. Maksimovic descuidó su posición al salir y fue a la presión dejando un gran espacio a la espalda que fue aprovechado por Florenzi. Este recibió y decido el encuentro para delirio de Rudi y todo el Olímpico. 


Christian Sánchez de la Blanca Portillo |  

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