lunes, 24 de marzo de 2014

La peor semana de Mancini

La semana se presentaba prometedora para el técnico italiano del Galatasaray, Roberto Mancini. El club cimbom tenía en su mano repetir la gesta de la temporada pasada: llegar a cuartos de final de la Champions League. El partido de ida dejó sensaciones contrarias, pero el resultado, de 1-1, daba esperanzas a los aficionados turcos. La semana sería redonda con la victoria en liga, a priori fácil, contra el colista Kayserispor, metiendo presión al Fenerbahçe. Nada más lejos de la realidad.

El martes era el gran día. De la semana y de la temporada. Galatasaray jugaba en Stamford Bridge con el objetivo de eliminar al todopoderoso Chelsea, dirigido por José Mourinho. Pero Mancini dudó. Al igual que hizo al inicio en el partido de ida, aunque ese día hubo rectificación posterior.

El 3-5-2, con un pivote defensivo entre centrales y dos carrileros de mucho recorrido se había instalado en el Galatasaray. Pero Mancini no lo tenía claro. No confiaba en ese sistema, o quizás en sus jugadores. Cambió a un 4-2-3-1 que utilizó hace meses ya. Un sistema que parecía desechado en el olvido.

El gran damnificado fue Gülselam, quien era el pivote defensivo titular, hasta que llegó el Chelsea al TT Arena, dejando claro que no le tiene confianza al jugador turco en encuentros de gran calibre. En ese partido, Mancini rectificó, poniendo luego a Yekta como pivote, lo que provocó menos ataques del Chelsea y más control del Galatasaray. Más peligro y llegada también, con Melo con libertad para defender y atacar. En Stamford Bridge, como vemos en la imagen, Melo hizo las veces de pivote defensivo. Anclado atrás, Galatasaray perdió un gran activo en ataque.


La ausencia de Melo, unos metros más arriba que el pivote defensivo, hizo que el medio campo del Galatasaray estuviera desierto. Yekta corría, pero no sabía dónde. Selçuk Inan, completamente perdido en la media punta. Intentaba bajar unos metros para crear jugada, pero tampoco está físicamente.
Con un medio campo vacío y confuso, el ataque tampoco fue de ayuda. Sneijder estaba demasiado anclado en la izquierda, Burak no recibía balones y Drogba estuvo más atento del homenaje que recibió que del propio partido. Quizás, superado por las circunstancias, quizás por los 36 años que lleva ya a la espalda.

El equipo era manso, confuso, sin ideas. Mancini aturdió a los jugadores con otro cambio de sistema. Y los jugadores contribuyeron lo suyo, también, ya sea por confusión, por no creer en su entrenador o por simple pasividad. El Chelsea estuvo cómodo durante todo el partido, siendo muy superior en todas las facetas. Marcó 2 goles y se paró, no quiso hacer más sangre. Mourinho sabía que tenía otro partido importante el fin de semana.Galatasaray estaba fuera de la Champions League.

Con todo, el partido del fin de semana contra el colista de la Süperlig, Kayserispor, tomaba incluso más importancia. Ya no era solo meter presión al Fenerbahçe, 5 puntos por encima, sino que era un partido para reivindicarse, vengarse de la clamorosa derrota sufrida en Londres.

Mancini repetía sistema, pero cambiaba jugadores. Drogba y Chedjou se quedaron fuera de la lista. Mancini quería una revolución en el equipo. Dio entrada a Gülselam, posicionándolo como pivote defensivo, dando más libertad así a Melo. Pero no se situaba tanto entre centrales, lo cual limitaba algo las subidas de ambos laterales. A Veysel apenas se le vio en ataque. Inan siguió su deambular por los campos esta temporada, en la que no ha encontrado la forma ni su juego en ningún momento. Su posición limitaba a Sneijder, que se veía otra vez demasiado anclado en la izquierda. Hajrovic fue quien más lo intentó desde la derecha, pero abusó del golpeo desde larga distancia.


Otra vez un equipo confuso, sin ideas. Entró Umut Bulut en el descanso por Gülselam. El delantero turco no encontró su posición, ya que en bandas estaban Sneijder y Hajrovic y arriba Burak. Creó atasco en el medio y privó a Melo de su llegada, ya que actuó, desde la salida de Gülselam, como el pivote defensivo. Incluso con eso, Galatasaray tuvo alguna ocasión, sobre todo una de Burak que golpeó al larguero.
Mancini se ponía nervioso en la banda y dio entrada al joven talento argentino Lucas Ontivero, pero solo creó más atasco por el medio, si cabe. Ninguna acción hacía reaccionar al equipo y Mancini intentó dar otra vuelta tuerca. Dio entrada a Sabri por Selçuk Inan. Movimiento de piezas: Melo adelantaba posición, Veysel se colocaba como pivote y Sabri en el lateral derecho. Demasiados cambios, demasiada confusión en los jugadores y el atasco en el medio seguía sin solucionarse.

Galatasaray parecía noqueado por su propio entrenador. Kayserispor aguardaba en silencio su momento, bien agrupado atrás. Y éste llegó.

Ya avisó en la primera parte, pero no perdonó en la segunda ocasión de la que disfrutó. Con Galatasaray volcado, Pablo Mouche aprovechó todo el espacio que había en la defensa del club cimbom y se presentó ante Muslera, que nada pudo hacer. El argentino, ex de Boca, daba la victoria a Kayserispor, colista de la Süperlig, en el TT Arena, donde nadie, excepto el Real Madrid, había ganado en toda la temporada 2013/2014.

La semana más prometedora de toda la temporada acabó convirtiéndose en la pero semana de Roberto Mancini desde que llegó al banquillo del Galatasaray. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario