jueves, 27 de marzo de 2014

El Liverpool se mete en la lucha por la Premier

El Liverpool consiguió una nueva victoria en Anfield que mete de lleno en la lucha por el título de liga. Se queda a tan solo dos puntos del Chelsea, actual líder. El encuentro ante el Sunderland, por nombre, puede que nos evoque a un partido algo sencillo. Ni mucho menos. Los de Poyet plantaron cara en el templo red. Hicieron que el respetable de Anfield pidiera la hora y puso al Liverpool en aviso de cara a los enfrentamientos siguientes. El resultado deja al Sunderland como antepenúltimo de la tabla con 25 puntos, a tres del Crystal Palace que marca la salvación con 28.



El partido fue del Liverpool durante casi todo el primer tiempo, sobre todo al inico. Los de Rodgers controlaron el encuentro desde el balón. Wickham y Altidore estuvieron totalmente ausentes durante al menos media hora. Los “reds” llegaban con muchos hombres a posiciones atacantes. Las incorporaciones atacantes de Johnson generaron numerosas ocasiones. Los movimientos en el flanco atacante red eran continuos. El Sunderland planteó un encuentro a una velocidad corta en defensa. Una línea de cinco muy metida en el área, que dejaba mucho espacio para jugar cerca de posiciones peligrosas. Desde ese factor se puede explicar el buen partido encuentro que Coutinho cuajó, muy libre y moviéndose en todo momento.

Repliegue del Sunderland con espacio entre líneas.



Repliegue del Sunderland con espacio entre líneas.
 Los de Poyet encararon el encuentro apoyados en un 3-4-1-2 en ataque. El buen físico de sus dos nueves condicionaban los despejes orientados del equipo visitante en presión. El objetivo era que o Wickham o Altidore acomodaran, protegieran y arrastraran los marcajes. Después un balón al consiguiente espacio creado por la fijación defensiva, el cual sería aprovechado por el habilidoso Giaccherini. Esa situación se dio en contadas ocasiones y cuando se dio, no fructiferó. Los constantes movimientos de los atacantes del Liverpool sacaban de su sitio a los centrales del Sunderland, lo que era frenado con faltas tácticas. Suarez generó y cargo de faltas a los defensores visitantes, hasta el extremo que Vergini pudo haber acabado perfectamente expulsado del encuentro en la primera mitad.


El doble pivote estuvo formado por Catermole y Bridcutt. El primero de ellos, el ex del Porsmouth, era el medio centro de más equilibrio. Sus buenos balones en largo permitieron algunas salidas peligrosas del Sunderland. Además, pudo anotar algún tanto y estuvo bien en labores defensivas. Bridcutt es de un perfil muy distinto, ya que es bueno en conducciones de balón, más dinámico y más desconcertante, por ende. Ambos, en fase defensiva, se colocan por delante de la línea de cinco, realizando coberturas a los centrales que salen y cerrando espacios entre líneas. En fase ofensiva se quedan en defensa los tres centrales sobre el papel, de este modo el Liverpool repliega y solo se quedan arriba Suarez y Sturridge, que son superados en número por los centrales, haciendo un 3x2 a favor de los visitantes. Además cuando Suarez recibía de espaldas, su par le encimaba rápidamente. Si el uruguayo conseguía driblar se creaba un gran espacio y jugada clara de gol, pero lo más lógico es que este retrocediera el cuero, lo que permitía replegarse al  Sunderland. A pesar de todo ese trabajo, los de Poyet llegaron al descanso por debajo en el marcador tras un gol de falta de Gerrard en el que Mannone podría haber hecho algo más.

Juntando jugadores muchos jugadores en banda con dos opciones,
jugar por dentro o llegar a línea de fondo.


Asfixia ofensiva


El Liverpool se volcó en la banda derecha. Vio sangre ahí y atacó constantemente. EL delantero del costado fuerte apoya la banda más la subida del lateral y el apoyo del interior, juntaban jugadores para crear superioridad con varios desenlaces posibles para la jugada. El buen uso de las dos piernas de Johnson le dota de cierta imprevisibilidad en la elección de atacar por el costado o caer al medio para dejar espacios en banda. El buen cerrojo del Sunderland provocó que el Liverpool viera muy difícil atravesarlo, de modo que Suarez y Sturridge lo intentaron en varias ocasiones desde media distancia. Gerrard comenzó muy anclado en el medio centro, proporcionando bastante equilibrio al Pool. Pocas llegadas desde segunda línea se le pudo observar en los treinta primeros minutos de encuentro. Esa posición más estricta de Gerrard hacía que Henderson y Allen disfrutaran de mucho vuelo en ataque. Los desmarques en ruptura no son un habitual en Sturridge, su juego se basa más haciendo uso de su movilidad, de sus fintas para crearse espacios y en su buena asociación. A tenor de todo el modelo de juego red.

Transiciones defensivas rápidas del Liverpool dejando algo de espacio
entre líneas. 


El balón al espacio si reinaba para transiciones rápidas y fugaces, donde el Liverpool se encuentra muy cómodo cuando se pone por delante en los partidos. No era día para ese juego, el cual se ve mejorado exponencialmente con Sterling en el campo. Era día para abrumar en llegadas, de tramos en los que el rival no pudiera respirar. El costado izquierdo no gozó de tanto tránsito. Flanagan es un buen llegador, pero a banda cambiada pierde chace ofensivo, de ahí sus pocas incorporaciones, pocas en comparación con las muchas de Johnson. Coutinho era la anarquía en ataca. Él recibía algo solo, lo que posibilitaba que los demás se movieran para generarle espacios y líneas de pase. Se daba la vuelta, jugaba y se movía. Fue ese factor diferencial que todo equipo necesita, aunque el global de su partido se resumiera en una buena participación en ataque. La corpulencia de los dos puntas del Sunderland hacía que los defensores del Liverpool defendieran a la espalda, obligándoles a perderla o a ceder hacia atrás.

El segundo tiempo comenzó con un Liverpool queriendo asfixiar al rival con tramos ofensivos muy largos. Ante esa salida se encontró con el segundo gol. Henderson se incorporó entre líneas y cedió el balón a la banda donde esperaba Sturridge. El inglés amagó con la cadera y se generó un perfecto hueco para golpearla al palo largo con su pierna buena. Tras la victoria por dos goles de colchón, el Liverpool poco tardó en echarse atrás. Hay que añadir que las transiciones defensivas de los “reds” eran muy rápidas, consiguiendo el efectivo de siete hombres en pocos segundos. El repliegue de los de Rodgers comenzó. El objetivo de ese cambio de guion era robar con el Sunderland muy arriba, buscando algún gol, y salir rápido. El Liverpool generó algunas contras peligrosas, pero el mayor peligro lo llevó el Sunderland.


Poyet acertó


Para salir, Altidore se metía en la banda. Cuando el estadounidense recibía el balón salía hacia el interior para buscar un pase ante una carrera de un jugador del medio. Esa era una de las opciones del Sunderland. Sin embargo, no daría un gran uso de ella por el repliegue masivo del Liverpool. Poyet movió el banquillo en una decisión muy positiva para el equipo. Retiró a Giaccherini y Wickham y dio entrada a Sung Jong Ki y a Adam Johnson. Ki ocupó la posición de Gaccherini y Adam se colocó como extremo izquierda. El asiático llevó un gran peligro en sus fintas y acciones en la frontal. Adam atacó bien el interior y sujetó bien las subidas de Johnson. En algunas ocasiones pudimos ver como Adam cambiaba de banda para buscar la penetración en diagonal. Juntando hasta siete jugadores en ataque, el Sunderland devolvió al Liverpool algunos minutos de sufrimiento, más si cabe, después de que Ki marcara a la salida de un corner.

Gerrard salva la primera línea de presión con un pase vertical.

Johnson recibe el pase y la juega de primeras con Henderson.
Tras esto, ataca el espacio a la espalda del carrilero.

Henderson completa la pared con el lateral inglés. Este tiene
terreno libre por delante.




El Pool tiró de oficio para solucionar un partido que no estaba decidido. Las contras “reds” se dibujaron en una jugada perfectamente interiorizada: Gerrard realiza un pase que supera la línea de presión adelantada por ir debajo en el marcador; Johnson la da de primeras para el interior que viene a recibir e inicia carrera para percutir por banda y por velocidad Johnson se deshace de su par y tiene carril solo. Los hombres de Rodgers de dedicaron a tener la posesión y esperar que el tiempo se consumiera para conseguir una victoria que lo deja en plena lucha por el título. 


Christian Sánchez de la Blanca Portillo |  

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