viernes, 28 de marzo de 2014

Cambiando la historia de Manchester



El United volvió a hacer el ridículo esta temporada. Los de Moyes cayeron derrotados en casa por un abultado 0-3 en el derbi contra el City, el histórico segundo equipo de la ciudad de Manchester. Y parece que, con este resultado, los sky blues arrollaran estrepitosamente a los red devils, pero esto no fue así. El partido estuvo bastante igualado en algunos tramos del partido, pero un tempranero gol del City, la desorganización en el medio del United y la buena presión celeste acabó dejando este desenlace y la abultada victoria visitante, quizá excesiva ventaja. La historia ha cambiado, y ahora es el eterno segundón el que domina en la gran ciudad de Manchester y en toda Inglaterra.

Teóricos onces del partido.



Las alineaciones iniciales no plantearon, a priori, demasiados cambios. Los dos equipos salieron con sus mejores jugadores, pero lo que quizás más sorprendió fueron las posiciones de los centrocampistas del United. Por delante de una pareja de centrales que se viene repitiendo bastante los últimos partidos, Jones y Ferdinand, aparecían tres jugadores que perfectamente podían jugar de pivotes. Estos fueron Carrick, Cleverley y Fellaini. De estos tres, fue Carrick quien actuó en una posición más atrasada y cubrió las espaldas de sus compañeros. Mientras tanto, Fellaini y Cleverley se mostraban bastante ofensivos y se colocaban casi de extremo izquierdo y derecho respectivamente en ataque. 

Muchos movimientos en ataque del United. Algo desorganizados.










Por otra parte, en la salida de balón, Carrick se colocaba entre los centrales, los laterales subían un poco y Fellaini o Mata bajaban para apoyar. Al principio del partido, el español era quien bajaba más a recibir para sacar el balón e ir al ataque posteriormente, pero a medida que pasaron los minutos fue el belga quien bajó más y el ex del Chelsea se quedó arriba esperando la llegada de la pelota a su posición. Mientras tanto, Cleverley estuvo muy desaparecido en este aspecto y actuó demasiado descolgado.



Esto funcionó en algunos momentos del partido, pero generalmente fue el City quien dominó en el centro del campo gracias a los cinco jugadores que planteó en esa zona. A diferencia de la mayoría de partidos, en los que juega con un 4-2-2-2, en el derbi Pellegrini planteó un 4-2-3-1 para tener más superioridad en el medio y controlar algo más el partido, tanto en la posesión como también en la presión. Y esta presión fue lo que cambió el partido inesperadamente en el primer minuto de partido. Los citizens quisieron empezar a meter miedo a sus rivales y desde el principio salieron muy fuertes. Después del saque inicial, buscaron la velocidad de Navas y llegaron con muchos hombres en campo rival. La agresividad del equipo les permitió meter a los defensas en su área y presionarlos. Estos movimientos en ataque después de buscar al extremo español acabaron con el gol de Dzeko, que marcó a portería vacía aprovechando un disparo de Nasri que se estrelló contra el palo. Esto se repitió durante todo el partido: el juego citizen transcurrió principalmente por banda izquierda, donde apareció Nasri apoyado por Silva, Touré y Clichy, y ahí juntaron muchos defensores rivales -de ahí que Carrick cayera más a esa banda, como vemos en sus zonas de juego- que dejaban algo más vacía la banda derecha de Navas, que estuvo muy solo y aprovechó bastante el espacio para dar profundidad al equipo.

La presión asfixiante del City funcionó a la perfección.
Silva adelantó la posición, los laterales estuvieron cubiertos
y el medio del campo fue cubierto por Touré y Fernandinho.


En la segunda parte, el Manchester United cambió un poco su formación. Fue un cambio algo raro que se hizo al descanso: entró Kagawa por Cleverley. El japonés se situó en el medio, mientras que el inglés había aparecido más por banda derecha. El ataque del United quedó desequilibrado, pues juntaron demasiados hombres en banda izquierda y quedó vacía la derecha, donde Kagawa se internaba mucho y no bastaban las subidas de Rafael. Además, Rooney se intercambió la posición con Mata -que estuvo muy desaparecido y aún no ha demostrado porqué se le fichó- constantemente, por lo que el español estuvo de delantero centro acompañando a Welbeck y Rooney se situó por detrás de ellos dos en la posición de mediapunta. Por otra parte, Fellaini estuvo muy libre y dejó solo a Carrick, lo que quitó solidez a la defensa devil. Esto se vio en parte en el segundo gol visitante, cuando Dzeko hizo el segundo gracias a la pasividad de la defensa en un córner, en el que pudo entrar desde segunda línea con facilidad y rematar con una volea al fondo de la red.




Moyes se dio cuenta del error y puso a Valencia de extremo derecho en lugar de Fellaini, por lo que el equipo volvió a cambiar de formación y jugó con un 4-1-3-2 después del cambio. Con Carrick siguiendo como único pivote, por delante aparecieron Kagawa y Mata como media puntas y arriba Rooney -que como ya hemos dicho jugó gran parte de la segunda mitad en la posición de Mata- y Welbeck, que cayó bastante a banda izquierda, que estaba bastante vacía al no haber ningún extremo por ese costado.

El City hizo una sustitución inmediatamente que también cambió todo el escenario del partido. Ingresó Javi García en el puesto de Navas; aparentemente, era un cambio defensivo, pero los jugadores se volvieron a colocar en diferentes posiciones para dar lugar al español: se seguía jugando con un 4-2-3-1, pero para que el ex del Benfica pudiera entrar, se le puso en el doble pivote, adelantando la posición a Yaya Touré y poniendo a Silva partiendo desde la derecha. Con este cambio, se perdía velocidad por banda, pero el objetivo era hacer daño a Carrick por el medio y dar libertad a Touré para que llegara.

El cambio funcionó, y Touré cerró el marcador con un gran gol, gracias, en parte, a aquella libertad que se le había dado. Poco más había dejado el partido antes. Cambios de jugador por jugador en los dos equipos y el desconcierto del United, del que ya hemos hablado, que en lugar de volver loca a la defensa rival, hizo que sus propios jugadores se perdieran por el campo más de la cuenta. Realmente, ¿sabe Moyes lo que está haciendo con el equipo?

Con esta victoria, el City certifica su presentación como el gran aspirante a conseguir la Premier, que estará más igualada que nunca. Si ganan todos los partidos que tienen pendientes, se colocarán líderes a tres puntos del segundo, el Chelsea, por lo que obtendrían un buen colchón. Por otra parte, el United ve cada vez más lejos clasificarse para Europa, y solo un milagro podría hacer que llegaran a la segunda competición internacional del viejo continente, la Europa League. Quién te ha visto y quién te ve.

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