jueves, 13 de marzo de 2014

El gigante francés avanza con paso firme


Tendría que ocurrir un milagro para que el Bayer Leverkusen estuviese en el bombo de los cuartos de final de la Liga de Campeones, y si necesitas un milagro frente al PSG de Blanc, ya puedes rezar. Y eso hizo Hyppïa, rezar, y por un momento le funcionó, pero el todopoderoso francés no se amedrentó, y supo sobreponerse al gol inicial de los alemanes. Blanc optó por cambiar totalmente el trivote inicial, juntando a Cabaye de mediocentro, escoltado por Rabiot en la izquierda y Pastore en la derecha, una opción que parecía lógica, pero que sin embargo generó un gran desconcierto en la zona central hasta que el sueco Ibrahimovic decidió retrasar su posición para dar apoyo al centro del campo, algo que el PSG notó.


Onces del encuentro
En los primeros minutos de juego el Leverkusen estuvo cómodo, sobre todo Rolfes y Emre Can, siendo el segundo el mejor de los alemanes a lo largo del encuentro. Ambos nutrieron de balones a Sidney Sam. A parte, el Bayer aprovechó las incorporaciones al ataque tanto de Guardado como de Donati, creando su mayor peligro por sus zonas. En el PSG, los primeros minutos significaron un gran desgaste en el centro del campo, sobre todo de Cabaye, que no notó la ayuda ni de Rabiot ni de Pastore, muy blandos a la hora de robar esféricos en la medular.

Antes del minuto diez de juego, Sam adelantaba a los alemanes con un cabezazo tras una jugada combinativa iniciada en la izquierda que finalizó con un centro del lateral derecho italiano y un remate del extremo del Leverkusen. Era posible la remontada alemana? Por un rato parecía que sí, pero las ilusiones desaparecieron al cabo de unos minutos. Los parisinos igualaron el marcador en una jugada aislada a balón parado antes del cuarto de hora de partido, a través de un córner perfectamente ejecutado por Cabaye al punto de penalti y ahí, imponiéndose por encima de la defensa del Leverkusen, apareció Marquinhos que se elevó y fue capaz de enviar la pelota lejos del alcance de Leno.

Digne adelanta la posición, Ibra la retrasa, Cabaye distribuye
Con el 1-1 en el marcador, Blanc modificó la posición de Digne, haciendo que el lateral francés adelantase su posición, juntándose a la línea de medios, además, Lavezzi buscó una y otra vez el desmarque interior e Ibra retrasó su posición. De este modo, Blanc logró que se redujesen las pérdidas, dando mayores opciones de pase a Cabaye.

A pesar del empate que relucía en el marcador (parecía que el PSG lo tenía hecho), los parisinos no lograron contener las ofensivas de los de Hyppïa, que estaban convencidos de que era su oportunidad de acercarse a los cuartos. El partido se iba a decidir en unos minutos. En una acción aislada, Can recogió la pelota unos metros por delante del círculo central y comenzó una carrera vertical frente a Pastore, quien no impuso resistencia y dejó dar un pase magistral al alemán entre Jallet y Marquinhos para que el suizo Derdiyok entrase en el área y Jallet le hiciese penalti. Sirigu no tuvo más remedio que aparecer y parar el penalti.

La segunda mitad no dio para más, por lo que las miradas de todo el mundo se centraron en el encuentro del Camp Nou. En ese período, el  Bayer lo intentó pero no pudo y el PSG resolvió sin quererlo. Lavezzi transformó el 2-1 antes de ser sustituido por Lucas, con un remate seco al primer palo donde Leno no pudo llegar. Por su parte, Hyppiä dio entrada a Son y Brandt casi al mismo tiempo que Emre Can era expulsado. El ritmo fue a menos, aunque el protagonista del final del partido, Sirigu, tuvo alguna que otra ocasión de agradar al público.

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