lunes, 31 de marzo de 2014

Con la liga decidida, el Napoli se da una alegría


Napoli y Juventus llegaban a este partido sabiendo que lo que hicieran en el terreno de juego no influiría mucho en la clasificación. El conjunto turinés se sabía campeón al estar a 11 puntos del segundo clasificado, la Roma, mientras que los napolitanos conocían de sobra que lo más probable es que acaben en su actual tercer puesto, ya que, en este caso también los capitalinos, están bastante fuera del alcance con 9 puntos de ventaja. El enfrentamiento, pese a todo, se presentaba bonito y apasionante, pues se trataba de un duelo con una rivalidad histórica y los dos equipos saldrían a vencer. Y esto es lo que hicieron, uno más que otro, eso sí, pero esto es lo que dejó este choque.

Onces y movimientos del encuentro.

Rafa Benítez planteó el partido para tener el balón en el centro del campo. Al contrario de lo que nos tiene habituados el equipo dirigido por el madrileño, que acostumbra a crear peligro mediante contras, hoy tuvieron mucha posesión del balón y así también consiguieron hacer daño al rival, controlando el ritmo del encuentro en todo momento. Con una pareja de pivotes de mucha calidad, Inler y Jorginho, pretendían llevar el balón, y con los apoyos constantes de Hamsik en el medio, esto fue posible. Por bandas, aparecerían Insigne y Callejón. El italiano cuajó un gran partido, se internó y se ofreció a los centrocampistas, pero también optó por la profundidad en algunos momentos del partido y volvió locos a Cáceres y Lichtsteiner. El suizo tuvo que vigilar más de lo normal a su espalda y en muchas ocasiones el extremo celeste conseguía salirse con la suya. Por otra parte, José, que partía desde el costado derecho, fue el que llegó más al área contraria y, acompañando a Higuaín, se mostró como delantero centro en tramos puntuales. De hecho, fue combinando estos dos aspectos cuando llegó el primer gol del conjunto partenopeo. El equipo mareó a la Juventus teniendo la posesión y, fruto de esto, Insigne encontró un buen espacio después de arrastrar a un defensa. Habiéndose ofrecido por la banda, optó por el centro a Callejón, que se había internado desde la otra banda y, después de entrar en el área, remató de cabeza fuera del alcance de Buffon, que estaba salvando a su equipo hasta entonces. El de Motril había marcado otro gol importante, como ya hizo contra la Roma, y ya van 12 esta temporada. Sin duda, se trata de su mejor temporada, pues este año, a los 27 años, ha explotado, y su rendimiento ha subido considerablemente en Italia.


Movimientos de Insigne y Callejón. Calidad para cosas diferentes.

Por otra parte, la Juventus acusó demasiado la baja de Tévez, por sanción. Antonio Conte tuvo que alinear a dos delanteros mucho más estáticos y puros que el argentino, como son Llorente, titular habitual, y Osvaldo. Lo que faltó con la entrada del ítalo-argentino en detrimento del sancionado Apache fue movilidad y ayudas en el medio. Mientras que el ex de Manchester es un delantero muy completo y muy trabajador en todas las facetas del juego, Pablo Daniel es mucho más estático y solo espera balones en su posición; pese a que éste tiene un buen juego aéreo, su participación no fue muy destacada en este partido, pues sus características eran muy semejantes a las de Llorente.

Así pues, el centro del campo bianconeroestuvo hundido durante la mayor parte del partido. Cuando Pirlo retrasaba un poco su posición para bajar a recibir y salir con el balón controlado, se encontraba solo y sin ayudas de los interiores, Vidal y Pogba, que pese a ser de corte defensivo, se posicionaron demasiado arriba en estas salidas y dejaron solo al italiano, que solo tenía la opción de enviar el esférico en largo para uno de los dos delanteros, cosa que podían aprovechar hoy, al tener dos hombres altos en ataque. Esto sumado a la buena presión que ejercía el Napoli y sus buenos marcajes individuales cuando les tocaba atacar, hicieron del partido de la Juve un auténtico desastre, en especial la primera parte. La Vecchia Signora viene de hacer partidos bastante flojos respecto a lo que nos tiene habituados durante esta campaña, pero esto, en liga, se lo puede permitir, ya que sabe que es campeona virtual. 

Aquí Pirlo es el poseedor. Difícil jugar el balón con Vidal y Pogba
tan lejos. Bandas cubiertas por los extremos. ¿Única opción?
Balones largos.

La segunda parte se desarrolló algo diferente. Los visitantes equilibraron la balanza de la posesión, pero, pese a esto, tampoco consiguieron dominar, ni mucho menos. El peligro que proponían los napolitanos era muy superior e incomparable con lo plano que se mostró el juego bianconero durante los noventa minutos. Si bien es cierto que tenían algo más el balón, su juego era horizontal y poco agresivo, por lo que el Napoli no lo tuvo demasiado difícil para enlazar contraataques que buscaran el punto débil del rival, y así lo hicieron. Con un cambio que buscó incluso más verticalidad y velocidad por bandas en el que Rafa Benítez metió a Mertens en lugar de Hamsik, el equipo cambió algo su dinámica. Callejón centró su posición y el belga se situó en la banda derecha. Mucho daño hizo éste por ahí hasta que, después de recibir un pase, se sirvió de un gran gesto técnico para deshacerse de un defensa y rematar a portería. Era el 2-0 y el partido estaba sentenciado. Poco más destacado nos dejó el partido. Cambios muy planos y jugadas imprecisas debido al cansancio de ambos equipos, hasta que el árbitro pitó el final –después de seis minutos de descuento, por culpa de las interrupciones, eso sí-.

Como hemos dicho antes, poco influirá este resultado en el desarrollo final de la Serie A, pero tuvimos un partido agradable para la vista del espectador entre dos de los mejores equipos de Italia. Además, nos dejó la segunda victoria del Napoli contra los dos rivales directos, Roma y Juventus, esta segunda vuelta. A lo mejor si los del sur de Italia no hubiesen estado tan irregulares, estaríamos hablando de otra cosa. Pero no ha sido así. 

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