sábado, 15 de marzo de 2014

Caer sin levantarse



El mal año del Borussia Dortmundestá influyendo mucho en la Bundesliga. Las lesiones y la mala suerte del conjunto Borusser están sirviendo la liga en bandeja a un Bayern que se encuentra intratable. Quizás en igualdad de condiciones, si la fortuna hubiese ayudado al equipo de Klopp, estaríamos hablando de otra cosa, pero el caso es que, a estas alturas, ya está claro que el club muniqués se alzará con el trofeo.

Y a lo mejor si este azar hubiese ido por otra parte, hablaríamos diferente del partido de hoy, que enfrentaba a los obreros y al siempre difícil Borussia Mönchengladbach. El caso es que los de Lucien Favre son, ahora mismo, rivales más directos para el Borussia Dortmund que el mismo Bayern en la máxima competición alemana. Y hoy vimos que esta cercanía en la tabla no es fruto de la casualidad.



Los dos equipos, sabiendo la importancia del partido de cara a este inminente final de liga, salieron al campo con sus mejores jugadores. La baja más significativa del encuentro fue protagonizada por Xhaka, el mediocentro suizo de los visitantes, que se perdió el partido por culpa de una gripe. En su lugar entró otro joven jugador, Nordtveit.

El partido empezó con bastante dominio visitante. El Gladbach tuvo la posesión durante el mayor tiempo de la primera mitad e intentó jugar el balón y crear jugadas de peligro desde la defensa hasta los jugadores de ataque, que desbordaron perpetuamente. Desde el momento en que el esférico llegaba a los jugadores de tres cuartos, la defensa del Dortmund temblaba, pues los cuatro de arriba estuvieron en movimiento constantepor todas las posiciones de ataque y aparecieron en los lugares más insospechados para desequilibrar y desorientar a la defensa rival. El hecho de jugar sin mediapunta –hecho muy habitual en el conjunto- permitió a los extremos y a los delanteros centro aparecer con frecuencia en esta posición y ayudar a crear embestidas contra la portería de Weidenfeller. El jugador que más aprovechó esto fue Patrick Herrmann, quien, partiendo desde banda derecha, se internócontinuamente y fabricó la ofensiva de su equipo junto a un Max Kruse queretrasó su posición en algunos momentos del partido y así consiguieron poblar esa zona que a priori se encontraba vacía, pero que al final dio muchos problemas al doble pivote formado por Sahin y el veterano Kehl, y que les obligaron a estar más pendientes de defender que de distribuir.


Vemos como el Gladbach no jugó mucho en campo rival, pero
sí creó mucho peligro y consiguió marcar dos goles.


Así llegaron los goles de los visitantes. El primero fue obra de Raffael –un también estelar Raffael que cuando está bien ayuda mucho a su equipo-, después de que él mismo empezara la jugada desde el medio del campo, abriera el balón a derecha para Herrmann y rematara ya dentro del área después del centro del alemán. De este modo llegó gran parte del peligro del equipo. Mucho movimiento ofensivamente, intercambios de posición, ayudas en la organización por parte de la delantera y dolor de cabeza para la zaga del Dortmund.


Mientras tanto, el equipo de Klopp no encontraba la forma de dominar el partido y elaborar jugadas de ataque. Sus dos extremos –que en el partido de hoy fueron Aubameyang y Großkeutz debido a la baja de Reus- estuvieron bastante desaparecidos durante la primera parte y Hofmann, que entró en el once en detrimento de Mkhitaryan, no consiguió influir en el juego, por lo que aún menos pelotas llegaban a Lewandowski.

Y así estuvieron hasta el segundo gol del partido, en el que después de una jugada en la que participaron todos los hombres ofensivos del equipo de Favre, Kruse definió con calidad después de dos recortes que marearon a Weidenfeller y a Piszczek. Aquel gol encarriló el partido para el Gladbach y fue definitivo para que el resultado final marque una victoria visitante.

La segunda parte tomó otro rumbo. El mal juego desplegado por los locales obligó a Klopp a hacer dos cambios bastante ofensivos. El primero fue situar a Jojic en lugar de Kehl, para dar más velocidad a la organización. En el segundo ingresó Ducksch por Piszczek: extremo por lateral, por lo que se introdujo un jugador más en ataque. Además, la expulsión del pivote Nordtveit, que estaba haciendo un gran partido y aguantaba muy bien la estructura de todo el equipo, ayudó al Dortmund a dominar el partido y tener la posesión, pues había ganado organización y ataque.


El Dortmund mejoró en la segunda parte y de aquí que las
estadísticas finales le sean favorables. Pese a esto, vemos
como los últimos pases no son buenos, por lo que no
tuvieron mucho acierto en este aspecto.

El Borussia dominó y empezó a ganarprecisión en el último pase y a crear más jugadas de ataque hasta que llegó el gol de Jojic. Entonces, lo siguió intentando e incluso entró otro delantero, Schieber, que se posicionó como extremo derecho para dar profundidad al juego. Pero Ter Stegen estuvo genial y el cambio del Dortmund no sirvió de nada.

Así de volcado acabó el Dortmund buscando el empate


La precisión del Gladbach en las últimas líneas fue clave en el partido. Que los mejores del juego sean los tres/cuatro hombres de ataque de un equipo habla mucho del encuentro. Eso es, las oportunidades que gozó el visitante las supo aprovechar al máximo y, ya sea controlando el balón o saliendo a la contra, estuvo muy bien ofensivamente.


Y por culpa de esta pólvora en la delantera, el Borussia Dortmund perdió una vez más en el Signal Iduna Park ante su público, que volvió a pitar su equipo. No están teniendo suerte los obreros este año, y se les puede llegar a complicar incluso la clasificación directa para Champions si no espabilan. Y del liderato ya ni se habla: en pocas semanas veremos el Bayern campeón.

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