sábado, 8 de marzo de 2014

Analizamos a Enzo Andía

Desde que llegó Marcelo Bielsa al cargo –que ya abandonó en 2011, por cierto- como director técnico de la selección chilena el fútbol de Chile realizó un cambio enorme y drástico: Privilegió la formación de jóvenes para el futuro, un fútbol ofensivo con defensores sólidos, como lo es Enzo Andía, spigado central de 1,92 metros de altura formado en la destacada cantera de Universidad Católica de Chile, equipo caracterizado en privilegiar los frutos de las divisiones menores y promedia 6 o 7 jugadores de casa por partido.

Vamos al caso individual de Enzo. Central zurdo de gran envergadura como mencionaba anteriormente. De gran juego aéreo –fuerte salto y cabezazo preciso- y puede jugar en los dos perfiles –derecha e izquierda- en su posición. Llega muy bien a los cruces, de rápida y larga zancada. Se le puede ver controlando con la derecha y tocando con la izquierda o viceversa. No tiene problema en jugar de líbero en línea de tres defensores.

Nació en Ovalle, al sur del país sudamericano. Llegó con 16 años a la cantera de la UC y debutó en 2010 con 17 años y 8 meses por Copa Chile, donde la UC ganó por 4-0 ante San Pedro de Atacama. Desde aquel día suma más de 130 partidos en el profesionalismo, anotando 11 goles, de los que 9 fueron de cabeza.


Ha sido considerado tanto por Claudio Borghi como Jorge Sampaoli para amistosos con la selección chilena, con la que en 2012 marcó un gol.

Andía ha evolucionado increíblemente desde su debut hace 4 años. Tras pasar  por malos momentos luego de fallos por inexperiencia desde 2011 el central ha crecido a pasos agigantados. Martín Lasarte fue el DT que explotó a Enzo dándole mucha confianza como titularísimo en todas las competiciones en la zaga de la Católica.

Tiene un muy buen don de mando a sus 21 años en el camarín cruzado, pero sin perder el respeto por quienes llevan más años en el club. Cuenta de un tremendo liderazgo y contagia al resto con su juego y amor por la camiseta que viste.

El central forma parte de una joven generación dorada en el fútbol chileno, en el que destacan Nicolás Castillo, Bryan Rabello, Diego Rubio o Cristian Cuevas, todos ellos jugando en el extranjero. Les aseguro desde ya que estará en Rusia  2018 y pasará por la mente de Jorge Sampaoli para Brasil 2014.

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