viernes, 28 de febrero de 2014

Tottenham - Dnipro: Bastaron trece minutos

Enmanuel Adebayor, celebrando el 3-1 (foto del Diario Express)
El Dnipro de Juande y Konoplyanka se presentó en White Hart Lane con el 1-0 obtenido en la ida y las ideas muy claras para intentar avanzar a octavos de final de la UEFA Europa League. Defender bien, juntar líneas y contragolpear: el plan estaba decidido, se ejecutó correctamente y se confirmaba con el 0-1, obtenido en el minuto 47 merced a un cabezazo de Zozulya, en una falta botada por Rotan. Sin embargo, con todo de cara para los ucranianos, cundió el nerviosismo. El buen hacer de Eriksen y Adebayor, junto con algunas dudosas decisiones arbitrales, fue suficiente para conseguir la remontada antes del minuto 70. El Tottenham Hotspurs está en octavos de final, donde se enfrentará al Benfica portugués.


Ambos conjuntos utilizaron sus armas habituales. El clásico 4-4-2 de Tim Sherwood, con Adebayor y Soldado en punta, se estrellaba contra el 4-2-3-1 de Juande Ramos, que dejaba poco espacio entre sus hombres y amenazaba con una imponente línea de tres contragolpeadora formada por Matheus, Giuliano y Konoplyanka, por detrás de Zozulya. La falta de prisa en los londinenses deparó una primera parte aburrida, prácticamente sin ocasiones, donde sólo Eriksen parecía suficientemente activo como para acercar a los suyos a la remontada, aunque sin éxito patente.

El descanso, sin embargo, cambió el partido por completo. El gol del Dnipro, en una jugada a balón parado, precipitó el despertar de los hombres de Sherwood. Nunca sabremos qué habría pasado si el gol hubiese sido más tardío o no hubiese llegado, pero mi impresión es que el resultado habría sido distinto. El Tottenham se vino arriba, con más empuje que tiento, apoyándose en las clásicas armas del 4-4-2 inglés: velocidad, laterales arriba y balones colgados al área. Adebayor se vistió del jugador total que puede ser, se cargó el equipo a la espalda e, interviniendo en todas las fases del juego, hacía fluir el juego de su equipo. En menos de siete minutos, una falta lateral botada por Eriksen suponía el empate y, prácticamente en la siguiente acción, una tángana dentro del área acarreó la expulsión de Zozulya por una inexistente agresión a Vertonghen.

Intervenciones de Adebayor

Rugió White Hart Lane al olor de la sangre y el Dnipro dejó de ser el equipo serio y rocoso que había parecido a lo largo de 150 minutos para ser condenado por varios errores defensivos imperdonables: un defensor que se queda enganchado al tirar el fuera de juego junto a un blando marcaje, primero, y un balón colgado que, en situación de cuatro contra uno, no fueron capaces de despejar, dieron a Manolito la oportunidad de culminar la remontada. Hasta el final, con un hombre menos, sólo Konoplyanka tuvo alguna ocasión de generar peligro para los ucranianos, aunque Lloris resolvió bien ante un par de disparos lejanos.

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