domingo, 6 de julio de 2014

Mientras Argentina sigue el plan de ruta, Higuaín nunca se rinde

"Aqui estoy yo" parece que exclama Higuaín tras el gol


Los diversos medios de comunicación del mundo escribían sobre lo que parecía que iba a ser un partido interesante de incierto pronostico. De un lado Bélgica, con un grupo joven, con ganas y con hombres de calidad en todas las posiciones podía ofrecer mejores cosas que las mostradas hasta ahora. Del otro una Argentina bastante regular, que llegaba sin levantar grandes elogios fuera de su país, pero con el peso de su camiseta y la calidad de su línea ofensiva. Y con Messi, claro. Las incógnitas se planteaban sobre el rendimiento de la defensa argentina y el retorno defensivo del equipo,... ante lo que era calificado como el primer rival serio y con potencial. Nada más lejos de la realidad. Argentina tiene un plan y lo plasmó ayer, así borró a una desdibujada selección belga que nunca tuvo el control del partido y se plantó en semifinales del Mundial, por primera vez desde 1990.


Sabella y los retoques

Anunciaba Bélgica con una sola novedad en el once. Mertens que había estado muy desacertado ante EEUU dejó su puesto a Mirallas. El resto eran los habituales, puesto que la actuación del último partido de Lukaku no le valió para quitarle el puesto a un Origi que ha realizado un gran campeonato y además es apuesta personal de Wilmots.
Argentina presentaba tres novedades en la alineación inicial. Basanta ocupa el lugar del sancionado Rojo, eso estaba previsto y no sorprendió, pero si la presencia de Biglia y sobretodo la entrada de Demichelis. La salida de Gago podía esperarse, puesto que había sido muy criticado por su escasa productividad tanto ofensiva como defensivamente en el juego de su selección. En cambio, Fede Fernández parecía que estaba realizando un Mundial bastante correcto y llamo más la atención su exclusión. Todos los cambios respondieron a la confianza de Sabella con una buena actuación. Esté además repitió la disposición en vanguardia que mejor resultado le dio contra Suiza y Di Maria entraba por la derecha, mientras que un sacrificado Lavezzi trabajaba en la izquierda.

Salió Bélgica a dominar, presionando y con buenas ayudas en defensa. Argentina, como en tantos partidos, parecía partida en dos bloques. Fue un espejismo, le duró cinco minutos el dominio a los diablos rojos. Lo que tardó la albiceleste en tomar el pulso al partido y ya no soltarlo. Todo el equipo ayudaba en defensa, incluso un Messi que robó varios balones, pero la imagen del esfuerzo argentino era Lavezzi . El Pocho bajaba, peleaba, subía y presionaba como si estuviera un motor alimentado por toda la producción de YPF. Siempre ha tenido un carácter luchador, pero merito de Sabella conseguir semejante grado de implicación de quien es una estrella por su calidad y no por su valor defensivo. Otro que tuvo una buena actuación fue Demichelis, quien era el encargado de sacar la bola jugada, incorporándose al medio campo con ella, y permitiendo que Biglia se abriera a la derecha para tener más líneas de pase (Di Maria, Messi y el propio Biglia generalmente), mientras un rapidísimo Garay se quedaba cerrando con Mascherano cerca.


 Sale con el balón jugado Demichelis, y nadie le tapa. Se crea superioridad en el medio campo


Esta situación otorgó fluidez al juego argentino, algo de lo que había carecido en varios tramos de los partidos anteriores. Wilmots no lo había previsto y no ordenó tapar la salida de balón, poca cintura táctica la que demostró el seleccionador belga. Su selección presenta buenos nombres y un dibujo reconocible, pero es horrorosamente lenta en las transiciones y eso le da una gran previsibilidad. Así, conseguía llegar cerca de la frontal del área rival con el balón controlado, pero ahí la acumulación de hombres por dentro no le daba soluciones al ataque y solo acababan las jugadas con tiros lejanos o incorporaciones de los laterales. Sin embargo Alderweireld se mostró muy tímido en sus subidas y solo Vertonghen ofrecía soluciones por la izquierda. Ante la falta de compañeros para la asociación, el jugador del Tottenham solía optar por centrar y fue el jugador que más peligro creo en los belgas.


En la imagen de arriba, Vertonghen centra ante la ausencia jugadores para combinar. En la imagen de abajo, una de las escasas subidas de Alderweireld


Mención especial para la estrella belga, Eden Hazard. Su actuación no fue mala. No pudo serlo porque no sabemos si estuvo, las cámaras nos muestran un jugador con su cara y su camiseta deambulando por el campo, pero bien pudiera ser un hermano gemelo vendedor de seguros o contable. No realizo ningún pase de peligro, ninguna conducción para abrir espacios e incluso fallo algún control. Tal fue su actuación, que su seleccionador le cambio por Chadli cuando tocaba remontar y quedaban quince minutos; a pesar de ello el cambio fue duramente criticado en su país. 

En el otro lado Argentina sabía a lo que jugaba. Biglia otorgo ayuda a Mascherano y mucha más consistencia al centro del campo albiceleste. Basanta cumplía con creces, haciendo olvidar la ausencia de Rojo y arriba estaban los de siempre: Di María y Messi, con el mencionado Lavezzi, moviéndose y combinando. A ellos se añadió y se impuso el hombre del partido: Higuaín. Había tenido una semana difícil, cuestionado por ciertos sectores de la prensa de su país por su pobre bagaje goleador (cero goles), el "Pipa" salió como siempre, a pelear y crearse ocasiones de gol. Pero por primera vez se le pusieron las cosas de cara, un equipo que no se encerraba y una pizca de suerte. Así, un pase de Di María para Zabaleta le pega a Vertonghen y el rechace le cae cerca a Gonzalo que la clava a la derecha de Courtois. Gol. Gol y liberación.

A raíz del gol, Higuaín se soltó y empezó a crecer hasta ser el MVP del partido. Y su selección, que si ya cree en el plan de Sabella, más todavía con el gol, creció con él. Ni siquiera la lesión de Di María y la entrada de un más que cumplidor Enzo Pérez hizo peligrar el control del partido. En el otro lado Wilmots intentaba cambiar la posición de sus tres mediapuntas, pero sin éxito. Bélgica creaba escaso peligro y Origi se desesperaba a correr sin tocar la bola. En el medio campo Fellaini se hartaba de subir y bajar sin resultado. Mientras en la retaguardia, Kompany sujetaba la línea con buenas anticipaciones, especialmente brillante el capitán en un la jugada en la que se lesiono Di María tras un pase fabuloso de Messi.

 Variaciones tacticas probadas por Wilmots, sin exito

La segunda parte trajo pocas variaciones. Argentina se echó para atrás, para darle más espacio para correr a sus delanteros. Siguió teniendo el partido controlado, pero ya no mostro esa sensación de superioridad de la primera parte, en la que dominó ampliamente todo el juego y permitió darle algo de vida a los europeos. Tampoco es que lo aprovecharán demasiado, los cambios, todos hombre por hombre (Lukaku por Origi y Mertens por Mirallas) no trajeron nada nuevo. El paso de los minutos solo hacia más constante el ataque belga, pero sin resultado. De hecho las contras argentinas estuvieron a punto de sentenciar el partido, con un tiro al larguero de Higuaín tras una gran jugada, y un mano a mano de Messi que salvó Courtois. La entrada de Palacios y Gago por Higuaín y un fundido Lavezzi, dejó a Messi en punta y a Argentina con la manta totalmente para atrás, achicando balones colgados por Bélgica (la mayoría por Vertonghen). 


Pero Biglia, Mascherano, Demichelis y especialmente Garay consiguieron abortar las jugadas de peligro, aunque Fellaini ganaba las mayoría de los balones aéreos, pero no había segunda jugada. En el minuto 80 se produjo la única variación de dibujo de Bélgica, cuando dado que Argentina "solo" tenía a Messi en punta, puesto que Palacios se dedico a hacer el trabajo de Lavezzi, Wilmots mandó a Van Buyten como delantero centro, con escaso acierto por parte del jugador del Bayern. Con una última jugada angustiosa para la albiceleste por parte de Lukaku, pero bien salvada por Garay se termino el partido, que dejó a una Argentina crecida, pero que no termina de cerrar sus partidos; y una Bélgica con potencial que mira al 2018 con esperanza, pero que necesitara un plan mejor.

Todas las selecciones tienen claro que hay que trabajar en equipo para tapar a Messi

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