jueves, 3 de abril de 2014

El PSG comienza a imponer respeto


Se puso en juego la eliminatoria que, para las apuestas, más igualada estaba, pero la igualdad se rompió nada más arrancar el encuentro, a los cuatro minutos, el tiempo que a Lavezzi le hizo falta para hacer el primer tantotras aprovechar un error al despejar de Terry, quién incomprensiblemente dejó muerto un balón franco en el área pequeña. El partido tenía todo lo posible para poder vivir un gran espectáculo, con las ganas de Mourinho de volver a saborear la Champions y la exigencia de este PSG de hacer algo más que otros años. Blanc tiene la obligación de llevar a este club a ganar el título, ya que por fin se empieza a hacer notar el equipo parisino en todos los campos de Europa.

El ex seleccionador francés no hizo apenas cambios, jugando con su ya particular 4-3-3 con un trivote envidiable formado por Motta, quien fue de los mejores del encuentro, escoltado por dos interiores como Verratti y Matuidi. Más envidiable aún sabiendo que en el banquillo tiene a Rabiot o a Cabaye. Con la que puede ser la mejor línea ofensiva de tres en punta, se presentaba el PSG al encuentro. Mourinho volvió a optar por David Luiz como pivote defensivo y Ramires como ofensivo. La novedad del equipo fue la decisión de Mourinho de optar por Schürrle en punta, con Oscar por detrás y Hazard con William en bandas. La zaga blue ya está asentada, destacando el buen nivel que está dando el español Azpilicueta sin ser laterlal izquierdo.

Onces del encuentro

Nada más comenzar el encuentro, los parisinos hicieron notar su capacidad ofensiva. Blanc planteó una defensa adelantada, con presión en todo el campo y posesiones cortas y verticales buscando rápidamente la portería del cuadro de Mourinho. La idea funcionó en un principio ya que Lavezzi logró el primer tanto del encuentro. Tras el gol, el PSG fue encerrándose poco a poco, y el Chelsea comenzó a acercarse a la portería de Sirigu. El mantenimiento de la victoria momentánea no fue del todo bien para los de Blanc, ya que el triángulo defensivo formado por Thiago Silva, Álex y Thiago Motta no estuvo muy sólido en la primera parte, pero peor lo hacía Verratti que como siempre se la jugaba en zonas donde perder un balón puede producir una jugada de peligro. Además, Ibrahimovic y Cavani no hicieron más que perder balones. Así,  el Chelsea se supo aprovechar con movimientos como los de Willian y Oscar que se juntaron por dentro, Ivanovic estiró el campo incorporándose al ataque con regularidad por la banda derecha y ahí se empezó a gestar el empate.

David Luiz fue el mejor del Chelsea en los primeros 45’, ganó la gran mayoría de los duelos aéreos, cayó a ambas bandas tratando de recuperar la pelota en campo rival y consiguió filtrar pases a la línea de mediapuntas para asentar la posesión de su equipo lo más cerca posible de Sirigu. Con Jallet serio en la marca, Willian e Ivanovic buscaron el desequilibro en la derecha y por esa banda llegaría el gol del empate. Esta vez le tocó a Thiago Silva fallar en el gol blue, precipitándose sobre Oscar dentro del área cometiendo un penalti que Hazard no desaprevecharía.  El empate de Hazard no cambió mucho, ya que el Chelsea siguió asediando y el PSG se mantuvo atrás. Lavezzi era la única salida para los de Blanc, que con su velocidad y oportunismo producía ocasiones de peligro. Al PSG le faltaba oxígeno y solo conseguía encontrarlo a través del argentino y del balón parado.

Pases completados por Verratti                                                             Pases completados por Oscar

Los problemas del centro del campo francés y el dominio blue precipitaron la aparición de Hazard. Superó una y otra vez a Jallet, que se vio muy agobiado a la hora de frenarle. Las conclusiones al descanso eran que el empate era el menor de los males después de dejarse someter por un Chelsea ordenado y con las ideas claras. La segunda mitad del encuentro tuvo un nombre, el de Motta que demostró actualmente es uno de los mejores mediocentros del mundo actuando como moderador del equipo y asegurando la posesión del balón en todo momento. Blanc supo motivar a los suyos al descanso porque los parisinos volvieron a ser el equipo que fue en el resto de la temporada, con gusto y brillantez a la hora de proponer y buscar soluciones a partir de la pelota.

Lavezzi también protagonizó el 2-1, aunque no lo anotó él. Fue el brasileño David Luiz en propia a meta quien acabó introduciendo el balón dentro de la portería en parte por la falta de decisión de Cech a la hora de despejar la pelota.  Dos minutos antes, Mourinho sacaba del campo a Schürrle para dar entrada a Torres, a quien riticó pero bien al final del encuentro. Torres no estuvo en el partido, le vimos desconcentrado y solitario, sin participar, y cuando lo hacía fallaba.

Así acabaron ambos conjuntos el encuentro

Ibra se lesionaba, y en su lugar entraba al campo Lucas Moura. Verratti se resentía de unas molestias y daba entrada a Cabaye, siendo dos cambios claves para la resolución del partido. A Blanc le funcionaban los hombres de refresco y Mourinho echaba un ojo a un banquillo sin encontrar nada que pudiese solucionar los problemas del portugués. El cambio que resolvería el partido no sería obligado como los anteriores. Esta vez Blanc optaba por sacar a Lavezzi y meter a Pastore.  El argentino dejaría una de esas gotas de talento puro que son cautivadoras cuando salen a la luz sin que uno se lo espere. En una jugada individual tremenda cercana al final del partido, Javier tumbó a Azpilicueta en la línea de fondo, superó a Lampard internándose en el área y batió a Cech por el palo corto.  

Para el partido de Stamford Bridge quedará un partido en el que Mourinho no se dejará amedrentar por la capacidad ofensiva del PSG, que jugará sin Ibrahimovic por la lesión que le dejará un mes de baja. No hay duda de que viviremos un auténtico partidazo.

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