domingo, 4 de mayo de 2014

Todo por decidir en Rusia



Espectacular tramo final el que nos están brindando los tres equipos punteros en la Russian Premier League. El Zenit ha despertado con la llegada de André Villas-Boas y ha alcanzado la primera posición, que puede peligrar ante el acecho de sus principales rivales, el Lokomotiv, que está cuajando una gran temporada, y el CSKA, que ha conseguido meterse en la lucha por el título gracias a una muy buena racha. Y gran parte de esta carrera hacia la consecución de la liga pasaba hoy por Moscú, concretamente en el  Lokomotiv Stadium. Se enfrentaban el equipo local contra el puntero, los de San Petesburgo, que en caso de ganar se irían hasta los cuatro puntos de distancia respecto a sus principales perseguidores y dejarían prácticamente sentenciada la competición por la parte de arriba. Pero esto no fue así, y el empate lo dejó todo muy abierto de cara a un final que promete ser frenético.

Onces del encuentro


Los dos entrenadores plantearon el partido sin demasiadas sorpresas, teniendo en cuenta las bajas de ambos equipos. Leonid Kuchuk alineó su habitual 4-2-3-1, en el que Mykhalyk tuvo que entrar como central para suplir al sancionado Corluka, titular indiscutible en la zaga. Más adelante encontrábamos un doble pivote sin Lass, que venía de una lesión, pero que estuvo muy bien organizado, formado por Sheshukov y Ozdoev, y más adelante aparecía una línea de tres, donde Tkachev -titular por la lesión de Maicon- y Samedov eran falsos extremos y Boussoufa jugaba por el medio por detrás de N'Doye.

 Por su parte, Villas-Boas también puso en el campo a los mejores jugadores que tenía a su disposición, formados en la formación más habitual en él. Con su 4-2-3-1 en el que Witsel actúa en el doble pivote pero tiene mucha libertad para subir, dio entrada a sus hombres más habituales, introduciendo a un ataque formado por los extremos Danny y Hulk, el mediapunta Shatov y el delantero Rondón, y dejando fuera a caras más conocidas como Arshavin, que está perdiendo la titularidad por culpa del buen juego demostrado por Shatov, o Kerzhakov, que acostumbra a partir como suplente del venezolano.

El inicio del encuentro tuvo al Zenit como dominador claro. Los de San Petesburgo tuvieron la posesión durante toda la primera parte y consiguieron cerrar al Lokomotiv en su propio campo. Pese a que los moscovitas se cerraron muy bien, los de Villas-Boas encontraron espacios que aprovecharon para crear peligro, provocados principalmente por una consigna que se repitió bastante durante los primeros minutos: decantar el juego hacia la banda derecha, donde un Hulk apoyado por muchos de sus compañeros arrastraba muchos hombres y podía desequilibrar y abrirse a banda, profundizando para después cambiar el juego hacia la otra banda, donde aparecían Danny o el lateral, Criscito. Aquí fueron muy importantes los movimientos de Danny, que estuvo constantemente entre el carril izquierdo y el central, y que creó muchos espacios tanto en su costado como en el medio, donde actuaba muchas veces como canalizador de juego junto a Shatov, que se movió mucho por toda su zona, buscando bascular con el equipo y apoyar siempre.

La balanza, pero, no se desequilibró ni en el resultado ni en ocasiones. La defensa local se mostró muy segura ante las insistentes pero poco peligrosas acometidas rivales. Los laterales estuvieron muy disciplinados y los mediocentros cerraban muy bien las líneas con los centrales, dejando pocos espacios para que los futbolistas más creativos del Zenit -Shatov, Danny y Witsel- estuvieran incómodos y no pudieran desplegar su fútbol. Los de Kuchuk lo intentaron al contraataque y estuvieron a punto de hacer daño de este modo, pero al no disponer de jugadores especialistas en este tipo de jugadas, no inquietaron demasiado la portería de Lodygin.

Witsel es posiblemente el mejor jugador del Zenit. Usa la cabeza y su calidad para dirigir al equipo.

Todo parecía relativamente controlado en defensa para el Lokomotiv hasta que un grave error de Durica decantó el enfrentamiento hacia los visitantes. La perseverancia del conjunto celeste acabó obteniendo el premio después de un mal rechace del central eslovaco, que dejó el balón a Rondón, quien, después de un gran control con el pecho, empalmó una volea desde la frontal que se coló en la portería tras pasar por debajo de las piernas del mismo Durica. Después de esto, ocurrido en el minuto 35, la dinámica del partido siguió el plan establecido, pero el resultado no se movió, pese a que en una jugada aislada, los rojiverdes podrían haber puesto el empate en el electrónico mediante Samedov, que estrelló un balón al palo en un libre directo.

En la segunda parte se cambió un poco el devenir del partido. El 'Loko' se hizo con algo más de posesión y dominio e intentó sorprender a su rival y empujarlo como habían hecho ellos en la primera mitad. Vimos que los ferroviarios hacían algo parecido a sus contrincantes, pero incluso más marcado: tanto Samedov como Tkachev se internaban muchísimo y dejaban los carriles en ambos flancos para la subida de los laterales. Así llegó el poco peligro que crearon los locales en este segundo tiempo, que igualaron un poco el encuentro. Pero Kuchuk mantuvo la calma con este cambio en el juego que le era favorable y decidió dar entrada a hombres de contención, que reforzaran el trabajo más defensivo, como Lass Diarra o un Denisov que entró por Tkachev y que, pese a ser teóricamente extremo, hizo un trabajo mucho más sacrificador que el compañero al que había sustituido. También sacó a N'Doye, ingresando así un Pavlyuchenko que aportó menos profundidad pero sí tener un delantero mucho más referente.

Así acabó el partido el Lokomotiv.

Entre todos esos cambios ocurrieron una barbaridad de cosas: el juez de línea se puso en medio de la carrera de un Hulk que acabó desesperado, el árbitro tuvo que ser sustituido por una lesión, todo en la misma jugada, y, lo más importante de todo, el Lokomotiv consiguió el gol que tanto había buscado. Un centro lateral fue rechazado horrorosamente por Lodygin, y eso lo aprovechó Samedov para anotar el tanto con el portero casi vendido.

Después del gol, los capitalinos apretaban cada vez más, buscando una victoria que los haría líderes. Pero Villas-Boas sabía que un empate era también un buen resultado para su equipo y decidió no arriesgar, por lo que hizo un cambio de planteamiento: sacó un extremo, Danny, por un mediocentro defensivo como Tymoshchuk. Entonces, el ex del Bayern pasó a formar el doble pivote con Fayzulin, y Witsel adelantó su posición hasta la mediapunta, moviendo a Shatov un poco a banda izquierda. Así se conseguía una mayor contención en el mediocentro y más creatividad en línea de tres cuartos con el belga mucho más libre.

Así acabó el partido el Zenit.

Los dos equipos siguieron intentándolo, pero ninguno de los dos acabó encontrando la portería contraria y el marcador acabaría reflejando un empate que deja las cosas muy abiertas de cara al final. Cabe destacar el gran partido que hicieron los dos centrales del Zenit, Neto y Lombaerts, que día a día demuestran que deben ir al Mundial de Brasil con sus respectivas selecciones, Portugal y Bélgica.

 Actualmente, el Zenit es líder y le saca un punto de ventaja al Lokomotiv y dos al CSKA, pero tiene un calendario más difícil, empezando por un encuentro contra el cuarto, el Dinamo, en el que se puede dejar puntos. Pase lo que pase, sin duda, el espectador neutral disfrutará con el final de temporada más igualado que se recuerda en Rusia.

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