El partido comenzó con un respetuoso minuto de silencio, homenajeando a las víctimas de la tragedia de Hillsborough, además de haber empezado siete minutos tarde al igual que todos los encuentros de esta jornada. Este era el partido de la jornada, el que todos teníamos marcado en el calendario. Ambos hasta ese momento dependían de sí mismos para ganar la Premier, por lo cual se les antojaba imposible perder este partido.
Los de Rodgers salieron con las ideas bastante claras, y no tardó en verse reflejado en el marcador, bastaron únicamente seis minutos para que Luis Suárez asistiese a Sterling entre líneas, y este con una tranquilidad pasmosa, tras fintar dos veces y con Hart batido, mandó la bola al fondo de la red. A partir de aquí, comenzó un partido diferente, de los que le gustan al Liverpool. Los de Rodgers, replegados atrás y con intensidad, salían como flechas a la contra, mientras que el equipo de Pellegrini, por si no estaba lo bastante noqueado tras el gol de Sterling, en el minuto 18 de la primera mitad perdieron a su mejor jugador. Yayá Touré pidió el cambio tras lesionarse y con ello cambió totalmente los esquemas del entrenador chileno. En su lugar entró el español Javi García. En el minuto 26 continuó la fiesta en Anfield con el gol de Skrtel.
Coutinho marcando el gol de la victoria. (3 - 2)
En cuanto al análisis táctico, el primer tiempo podemos dividirlo en dos mitades. Hasta el minuto 30, el Liverpool era dueño de la bola, en su campo la mayor parte del tiempo, aunque sabiendo poner en apuros a un City totalmente decaído. Aprovechaban los escasos ataques del equipo de Manchester para mandar rápidamente balones en largo que aprovechaban para crear peligro los de arriba. Gerrard fue muy importante en este planteamiento, ya que hacía constantes coberturas a los laterales, además de bajar a por el balón a la defensa y sacarlo jugado. En la segunda mitad, dominó el City con Silva como cabecilla. Se movía a izquierda y derecha, y bajaba a asociarse con Fernandinho el cual le proporcionaba mayor fluidez a la hora de sacar la pelota desde atrás. En los últimos metros, Silva fue el jugador más dañino por parte del equipo de Manchester. Muy importante para el Liverpool fue la figura de Coutinho y Sterling, ambos además de subir goles al marcador, utilizaron perfectamente las bandas para dejar ver las carencias defensivas del Manchester City.
El City aprovechaba el juego por banda, mientras que el Liverpool buscaba
los espacios por dentro e intentaba hacer daño a las contras con los de arriba.
Por último, destacar la magnífica temporada del Liverpool y ensalzar la figura de Rodgers, el cual puede conseguir un título de liga para el museo de Anfield tantos años después.
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