sábado, 21 de junio de 2014

Francia aplasta a una emborronada Suiza

El grupo E asistía ayer al partido donde se decidiría el primer conjunto que pasaría a octavos de final. Francia y Suiza, al ganar sus respectivos encuentros en la primera jornada, estaban a un paso de la siguiente ronda. Los suizos sufrieron ante Ecuador, pero la reacción en la segunda parte y un gol en el último minuto de Seferovic le dieron la victoria. El conjunto helvético se mostró muy sólido durante toda la fase de clasificación, donde recibieron seis goles en todos los partidos y anotaron otros 17. Sin duda es un número de goles bastante pobre si tenemos en cuenta el nivel de selecciones con las que fue encuadrada: Islandia, Eslovenia, Noruega, Albania y Chipre.




Drmic ha aparecido esta temporada en el panorama internacional con la misión de mejorar esos números y presentarse a todo el mundo en el campeonato mundial. Contra Ecuador, el nuevo jugador del Leverkusen apenas apareció, de ahí que Hitzfeld optara por Seferovic como delantero titular en el partido contra Francia. Deschamps apostó por Giroud arriba. Se sabía que el delantero del Arsenal no estaba contento con su suplencia en el primer partido contra Honduras y ayer fue de la partida. El partido se decidió por detalles y por el gran nivel de algunos jugadores que destacamos a continuación:

Primera clave: El comienzo fue un estudio. Tanto Francia como Suiza no llevaron excesivo peligro en los primeros minutos, que los gastaron para tantearse. Francia esperaba en su campo. Cabaye venía recibir cerca de los centrales y los de arriba ejercían presión en la salida de los centrales rivales. El equipo se replegaba en un 4-4-2 que, en ocasiones era un 4-3-3 porque uno de los delanteros se encontraba en labores de presión. En Suiza Seferovic y Xhaka se juntaban en la frontal, no había una referencia clara. Tanto Mehmedi como Shaqiri se venían hacia el interior cuando los dos laterales se incorporaban al ataque para dejar que atacaran toda la banda.

Segunda clave: Francia cede la iniciativa. El equipo galo cedió la posesión a su rival con la intención de recuperar en campo propio por la presión intensa de sus interiores y salir rápido por las bandas aprovechando la velocidad de sus hombres de arriba y la rapidez de sus laterales de largo recorrido. Ese era el plan de Deschamps. Con el paso de los minutos Suiza se fue animando en ataque, pero el buen repliegue francés provocaba balones horizontales en la frontal del área de Lloris donde, muchos de ellos, se traducían en pérdidas.

Tercera clave: Mucho terreno para recuperar. Una de las características del juego de los suizos es que, en jugadas atacantes, incorporan a los dos laterales a la vez, esto deja unos grandes espacios a la espalda aprovechables por los rivales en contragolpes. La lentitud de sus dos centrales no ayudaba a frenar esa sangría en los costados, y más después de que Von Bergen se tuviera que retirar por un golpe en el ojo.

Cuarta clave: Benzema, el 10 francés. Qué Karim no es un delantero al uso lo sabemos casi todos, pero que todos los movimientos que realiza de tres cuartos para arriba son correctos y ayudan a todos sus compañeros a realizar un mejor juego y más efectivo lo convierte en único. El jugador del Real Madrid cuajó ayer uno de los mejores partidos con su selección. Asistió y marcó un gol (hubieran sido dos si lo hubiera anotado dos segundos antes). No solo su aportación se resume en números. Parte en el dibujo como referencia, pero actúa como un enganche. Baja a recibir al medio, realiza desmarques en ruptura (como el de su gol), se escora a las bandas para desbordar y poner el centro, conduce las contras con un gran trato de balón y rapidez, sabe el momento justo de dar el pase y se mueve tras dar la pelota. Seguro que destaca en más cosas, paro ayer todo lo que intentó le salió a la perfección. 

Suiza en posición ofensiva y cediendo muchos espacios atrás


Quinta clave: La liberación de Matuidi. El centrocampista del PSG goza, en la selección, de un papel muy distinto al del club parisino. En su club, debe actuar como único mediocentro por el perfil de jugadores que tiene a su lado: Verratti, Cabaye, Motta. Dispone de alguna libertad para llegar, pero muy reducida. En Francia, Matuidi es un clásico “box to box”. Llega con claridad y potencia a posiciones de ataque, haciendo gala de una zancada privilegiada. Pese a este esfuerzo ofensivo, posee una vuelta digna de mención, ya que es el primero que repliega y se coloca en el centro junto a Cabaye y Sissoko. Marcó el gol que dejó K.O. a Suiza aprovechando un fallo rival e incorporándose a una contra. Su golpeo es envidiable.

Sexta clave: La defensa suiza fue un desastre. Cuatro defensas que encajaron seis goles en toda la fase de grupos han recibido los mismos en dos partidos del mundial. Por arriba, los Senderos, Djourou, Rodríguez y Lichtsteiner sufren, como pudimos comprobar ante Ecuador y ayer en el primer gol de Giroud. Los dos pivotes no estuvieron acertados tampoco. Behrami no fue el mismo que contra Ecuador. Toda suiza se contagió de las pérdidas en salida y Behrami fue un ejemplo. Perdió el balón cuando su equipo se encontraba en fase de salida y los rivales aprovecharon los espacios de los laterales en salida para hacer el segundo gol. Un corner a favor se convirtió en un gol en contra por un error de fútbol base en los cierres. La actuación del conjunto defensivo favoreció el aplastamiento francés. 

Mapa de calor de Benzema


Séptima clave: Deschamps supo adaptar a su equipo a distintas situaciones. El seleccionador francés demostró una gran lectura del encuentro. Supo qué necesitaba su equipo en todo momento. Tras adelantarse por dos goles en el marcador y observando la debilidad defensiva suiza a la contra, dio la orden de que su equipo se metiera atrás y saliera en velocidad a los espacios. Cuando Suiza se colocaba en el campo francés, Matuidi y Sissoko mordían al jugador en posesión de balón para robar y salir. Didier retiró a Giroud por Pogba para reforzar el mediocampo y Sissoko pasó a la banda. La velocidad por los costados y la llegada de los interiores terminaron por destrozar a una débil Suiza.

Octava clave: Suiza poco cambió en la segunda parte. Dzemaili entró por un señalado Behrami. Aportó algo más de fluidez en el medio y consiguió marcar un gol de falta directa en el único momento en que Matuidi y Benzema fallaron al abrirse en la barrera. Shaqiri se echó el equipo a las espaldas, pero fue incapaz de mejorar la ridícula actuación defensiva de su selección. El conjunto helvético estaba tocado y hundido. Ni siquiera Drmic, que sustituyó a Seferovic, pudo aportar algo en ataque. Xhaka marcó el segundo gol para los suyos, lo que es importante para reducir la diferencia de goles de cara a la clasificación.


Christian Sánchez de la Blanca Portillo 

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