lunes, 5 de mayo de 2014

Un inicio fulgurante le sirvió al Napoli


Meses y meses de espera para poder ver en el Olímpico de Roma la gran final de la Coppa de Italia, la Tim Cup. Se enfrentaban los dos equipos de los que se dice que mejor juegan al fútbol, que más bonito lo hacen. No hay duda de que es cierto, Benítez y Montella han logrado este reconocimiento con mucho esfuerzo. Se esperaba un gran ambiente en las horas previas en la ciudad de Roma, y lo hubo, pero no agradó a nadie. En El Tiralíneas no entraremos en debate sobre los sucesos acaecidos, aunque sí que diremos que es vergonzoso el comportamiento de algunos tifosi. Por dichos sucesos el partido tuvo que retrasarse hasta cuarenta y cinco minutos después de la hora en la que tenía que haber comenzado. Fueron minutos de confusión en los que no se sabía si se iba a disputar la gran final.

Por fin se tomó una decisión y se disputó el partido, un partido que dominó la Fiorentina a partir de la media hora de juego, pero la viola no estuvo presente en los primeros minutos en los que encajaron dos goles. Los de Montella no eran ellos mismos, la Fiorentina no jugaba a lo que en realidad sabe jugar. Los de Benítez salieron a marcar lo más pronto posible y lo consiguieron, anotando por dos veces el joven italiano Insigne. La defensa viola estuvo ausente en ambos goles, donde el internacional por la azzurra casi sentenció el partido. Vargas recortó a los treinta y cinco minutos pero cuando más apretaba la Fiorentina, Mertens sentenció y dio el título a los napolitanos.

Onces del encuentro

Montella, ante todas las bajas que tenía, entre las que destacaban las de Cuadrado por sanción y Mario Gómez por lesión (Rossi estaba en el banquillo recuperado), planteó un partido de control, dejando al equipo sin un nueve de referencia y juntando a muchos jugadores en el centro del campo. La porteria y la defensa fueron las de siempre. El centro del campo, formando un rombo, estaba compuesto por Pizarro, Aquilani, Valero e Ilicic, con Vargas y Joaquín en punta pero sin tener presencia en el área, Ilicic y Valero se turnaban como falso nueve. Quizá la Fiorentina notó la falta de un nueve de referencia.

Benítez por su parte no se comió mucho la cabeza para hacer el once que iba a sacar en el Olímpico. El esquema 4-2-3-1 que a tantos equipos ha llevado siempre le funciona, y no lo iba a cambiar hoy. Con Reina en la portería, el español tampoco cambió la defensa, pero vimos que Jorginho se asienta del todo en ese centro del campo junto a Inler. La línea de tres cuartos que tanto ha maravillado este año siguió funcionando. Insigne se ha hecho imprescindible junto Hamsik y Callejón. Higuaín no hizo muy buen partido pero dio la asistencia en el segundo gol a Insigne.

La Fiorentina no entró en el partido hasta la media hora

Comenzó el partido muy distinto a como se esperaba. La Fiorentina no se encontró cómoda en los primeros treinta minutos, donde el Napoli fue capaz de ponerse 2-0. Los hombres dirigidos por Montella se atascaban en el centro del campo, y los robos del Napoli creaban mucho peligro. En una de estas, Hamsik circuló con el balón desde el centro del campo hasta el área, y aprovechando un hueco en el repliegue de la Firoentina, le puso un balón preciso a Insigne que, con mucha clase, colocó el balón al palo largo de la portería defendida por Neto. La grada viola se quedaba muda ante las ofensivas napolitanas.



El segundo gol llegaría pocos minutos después. De nuevo el Napoli roba en 3/4, el repliegue de la Fiorentina falla e Higuaín, que recibe en la frontal, la pone al borde del área donde de nuevo Insigne no falla. Era el 2-0 antes de los veinte minutos. La Fiorentina empezó a despertar y llegaron las ocasiones. En una de estas, una genialidad de Ilicic transformada en un taconazo prodigioso, dejaba a Vargas solo ante Reina. El peruano definía sin complicaciones y ponía el 2-1.

Con el 2-1 parecía que la Fiorentina podría reaccionar, y lo hizo, dominó el resto del partido y consiguió que el Napoli no se acercara demasiado. Pero el gran problema que tuvo la viola fue a la hora de dar el último pase y definir. El conjunto de la Toscana se atascó en tres cuartos de campo. La viola llegaba bien al área contraria, pero a la hora de definir no era capaz de superar al Napoli. Se acumulaban muchos jugadores dentro del área -como veremos en la imagen- y hasta un jugador tan incisivo como Vargas acababa apareciendo por el centro para intentar avanzar. El Napoli acababa robando y creando peligro, sobre todo con Insigne. El joven italiano se ha hecho con la banda zurda del conjunto napolitano.


Dominio viola sin recompensa

Se llegaría con 2-1 al descanso, y el comienzo de la segunda mitad no fue diferente al final del primer tiempo. Dominio de la Fiorentina durante toda la segunda mitad, pero como hablabamos anteriormente, no eran capaces de definir. Pasaban los minutos y los de Montella no lograban el empate. Los aficionados de la viola se impacientaban, sobre todo con los repliegues de su equipo. La Fiorentina se empezaba a partir en dos y el Napoli, que esperaba pacientemente a un fallo de la Fiorentina, salía a la contra y casi siempre se encontraba en superioridad. Lo podemos ver en la siguiente imagen, el Napoli sale a la contra y se crea un tres para cuatro con un mayor número de jugadores del Napoli.


Llegábamos a los minutos finales y todo seguía igual. No se movía el marcador y ambos entrenadores movían el banquillo. Montella fue claro y conciso. Sacó al recuperado Rossi que no jugaba un partido desde enero, antes que a Matri o a Ryder Matos, un claro aviso para ambos, pero más para el milanista. Con Rossi, la Fiorentina buscaba más efectividad que no acabó encontrando, aunque en una de estas de las que te acabas arrepintiendo, Ilicic, a pase de Aquilani se plantó solo ante Reina y sin comprender cómo, el esloveno la enviaba lejos de la portería. La Fiorentina acababa de perder la última oportunidad de empatar el partido.

Con la expulsión de Mertens el Napoli se echó definitivamente atrás. Formó un claro 4-4-1 con Mertens y Callajón en las bandas, y Behrami junto a Jorginho en el centro del campo. La Fiorentina pasó a defensa de tres, y juntó otra línea de cuatro formada por Mati Fernández, Borja Valero, Vargas e Ilicic, y con Rossi y Matri en punta, pero los cambios no solucionaron el problema ofensivo de la viola. La defensa del Napoli supo tener paciencia y aguantó las ofensivas rivales, con oportunidades claras a la contra como en la que los de Benítez acabarían sentenciando. Sería en una jugada de fortuna, donde Callejón se llevaría el balón con suerte, y acabaría pasándosela a Mertens para que el belga hiciese el 3-1. Era el 92 y el partido llegaba a su fin.

Así acabaron ambos equipos el encuentro
De esta manera el Napoli se proclamaba campeón de la Coppa por quinta vez en su historia, una copa merecida por la paciencia con la que los de Benítez supieron leer el partido, con la contundencia atrás y sobre todo, con la efectividad arriba, con una línea de tres cuartos formada por Insigne, Hamsik y Callejón que es temible en todos los campos. Benitez ha confortado un equipo serio, que tiene sus fallos pero que los sabe solucionar, un equipo que tiene muy buena pinta para un futuro muy próximo, un equipo con la firma española de Rafa Benítez.

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