domingo, 9 de marzo de 2014

Mourinho dio con la clave

En el Chelsea sabían de la trascendencia del partido que disputarían contra el Tottenham. Si quieren ganar la Premier, lo más importante es superar a los rivales más fuertes, y esto es lo que hizo. Si bien es cierto que el Tottenham no está demasiado bien esta temporada con los de arriba –solo suman 1 punto de 18 con los cuatro primeros esta temporada y se ha llevado goleadas importantes contra estos rivales-, los Spurs llegaban quintos al partido y como un rival duro de pelar que podría complicarle la vida a los blues, pero los numerosos fallos defensivos les dejaron en ridículo y se llevaron otra goleada de Stamford Bridge, esta vez por 4-0.



Trivote para vigilar

José Mourinho apostó para el encuentro por eliminar la figura del mediapunta y conformar un trivote formado por Matic, Ramires y Lampard. El portugués buscó con este planteamiento anular al mediapunta islandés del Tottenham, Sigurdsson, y vigilar las incorporaciones del franco-argelino Bentaleb, que pese a formar teóricamente un doble pivote con Sandro, actuó mucho más liberado que el brasileño y se incorporó al ataque con frecuencia. Así pues, Matic sería la columna fija de este trivote, aportando la contundencia y la fuerza, mientras que Ramires, dando velocidad y ataque a la media, y Lampard, quien contribuyó con sus pases largos a la espalda de los centrales, serían los mediocentros más libres.


Ataques variados

Sin Oscar en la mediapunta, el Chelsea empezó formando un 4-3-3 con un ataque muy movible. El no tener la figura del joven brasileño dificultó un poco las transiciones ofensivas, por lo que el juego se basó en pases en largo y el aprovechamiento de la velocidad de Schürrle y Hazard. El belga y el alemán partían de bandas diferentes, pero estuvieron en constante cambio durante toda la primera parte. Tornándose la banda izquierda y la derecha, o incluso juntándose los dos en el mismo costado, pretendían volver loca la defensa del Tottenham. 


                                       

De esta manera, los dos teóricos extremos aprovechaban los movimientos de Eto’o para llegar desde segunda línea. Esto lo explotó especialmente Hazard, que se encontró incluso en la vacía posición media y descolocó a la defensa rival como vemos en la siguiente jugada:
















Los blues volcaron el juego a la izquierda y arrastraban defensas hacia esa zona aprovechando los espacios que dejaban para desmarcarse.




Buscar a Adebayor para segundas jugadas

El Tottenham buscó de la manera más directa posible la portería rival. El único jugador que pudo organizar, Bentaleb, no tuvo compañeros que lo apoyaran en la creación, debido a la buena presión de los mediocentros defensivos blues sobre Sigurdsson. Esto obligó a los Spurs a enviar balones largos a Adebayor, quien arrastraba un poco a los centrales y a su vez obligaba a estar atentos a los pivotes. La otra opción que manejaba el conjunto era pasar a las bandas para el posterior centro. 

Aquí vemos como Adebayor ha bajado a recibr y ha obligado a los mediocentros a estar pendientes de él, por lo que los centrocampistas de su equipo pueden llegar y provocar un 4 (Adebayor, Lennon, Bentaleb y Walker) contra 2 (Terry y Cahill). Esta jugada acaba con un disparo desviado del internacional con Argelia



La dificultad en la construcción del Chelsea durante toda la primera parte

Los de Mou no estuvieron finos en la salida del balón en algunos tramos de la primera mitad, y una vez superada la primera línea de presión no encontraban la manera de llegar y crear peligro, cosa que aumentó los balonazos arriba. Lampard se metió entre los centrales para ayudar, pero no tuvo demasiados apoyos más adelantes, ya que los pocos ofrecimientos de un Matic -que no cuenta con la misma calidad en la salida del balón que el inglés-, fueron casi anulados por la presión de Sigurdsson. Entonces, solo había una opción clara, Ramires, aunque éste se colocó más arriba y no ayudó demasiado.






La clave táctica del partido: Walker por delante de Naughton

Como ya hemos visto en las alineaciones anteriores el habitual lateral derecho titular del Tottenham, Walker, se situó esta vez más adelantado. Lo que buscó Tim Sherwood con esta variación fue el doble lateral en los dos aspectos del juego: ofensivo y defensivo. En la basante defensiva, Walker ayudó en defensa a Naughton en las acometidas rivales, que acostumbraban a llegar por esa banda. Mientras tanto, cuando al equipo le tocaba atacar, los dos actuaban para crear peligro. El extremo se internaba para ayudar en el medio y dejaba un espacio muy importante a Naughton, que llegaba desde atrás y doblaba a su compañero. Esto hizo que Azpilicueta tuviera que trabajar más de la cuenta, pero el español estuvo espléndido en esta faceta.
De este modo, el trabajo de Walker fue muy bueno durante la primera mitad, ya que su juego interior desorientaba a los defensas y dejaba más espacios a los jugadores que más capacidad para la creación tenían del equipo en este enfrentamiento:

Esta imagen es un resumen de todo lo que hemos dicho hasta ahora de Walker (azul) y sus movimientos. Aquí vemos como va a recibir a la otra banda, provocando que hasta tres jugadores estén más pendientes de él que de cualquier otro. Así pues, crea un importante espacio para Bentaleb y Sigurdsson (rojo), y para el mismo lateral Naughton, que puede entrar cogiendo la espalda.




Segunda parte, Mourinho cambia el dibujo

El entrenador portugués no estaba demasiado contento con el juego de su equipo y decidió poner en la media parte a Oscar por Lampard, para que el trivote desapareciera y entrase la figura del mediapunta, quedando así su típico 4-2-3-1.
Con este cambio pretendía dar posesión y control al equipo, a la vez que mejorar el juego creativo. Y lo consiguió. El ex de Internacional de Porto Alegre estuvo muy activo durante todo momento y los rivales acabaron desesperados por su culpa. El joven futbolista de 22 años apareció por el medio y por ambas bandas, a la vez que retrasó su posición cada vez que el equipo necesitaba construir y se metió entre los dos mediocentros para ayudar. Así, hizo el trabajo de Lampard en la primera parte a la vez que el suyo propio, y desequilibró en la línea de tres cuartos.
A continuación veremos dos jugadas que demuestran su juego por bandas, donde se junta con sus compañeros de tres cuartos.


En la primera jugada, Oscar (izquierda) se asocia con Hazard (arriba) y Schürrle (derecha) para desorientar a la defensa. Azpilicueta queda libre ya que los tres defensores están por el triángulo.

En la segunda imagen, la del tercer gol, Oscar y Hazard cambian sus posiciones: el brasileño llega por banda y el belga se interna. Hacen una pared que acabará siendo el inicio de la jugada del tanto.




Imprecisiones del Tottenham

Los spurs pagaron muy caro sus errores defensivos en el Stamford Bridge. El partido se empezó a romper en el minuto 55, en el momento que el lateral izquierdo Jan Vertonghen, quien estaba realizando una buena actuación, resbaló cuando parecía que tenía el balón controlado. En un intento de proteger el balón ante la presión de Schürrle, envió el balón atrás, donde Eto’o, que se había escurrido entre los centrales y se había deshecho de un desafortunado Kaboul, definió por debajo de las piernas de Lloris.
A partir de aquí, el Tottenham se desmoronó y fruto de eso llegó el segundo gol, cuando una pérdida de balón en el medio del campo pilló por sorpresa a un Naughton que se estaba incorporando y Hazard le cogió la espalda. El belga encontró a Eto’o en el área y ahí el camerunés recibió una falta que se sancionó con penalti y expulsión para Kaboul. Eden anotó.
Después de este momento fue un auténtico desastre. Sherwood dio entrada a Paulinho para que Bentaleb tuviera aún más libertad y para que Sandro pudiera bajar al central para suplir a Kaboul. Pese a este cambio, el Tottenham acabó siendo un equipo sin alma y el Chelsea jugó muy cómodo la segunda parte. Los movimientos de Walker, que tan bien habían salido en la primera parte, solo sirvieron en esta segunda para desconcertar más aún a su propio equipo, aunque sí es verdad que fue el único que lo intentó. Casi toda la segunda parte se puede resumir en la siguiente imagen:


Walker (azul) no perdió la dignidad en ningún momento, pero fue el único que presionó al final ante un Chelsea que acabó saliendo con comodidad, gracias en parte a la ayuda de Oscar (y en este caso también Willian).




El tercero y cuarto gol también llegaron por fallos defensivos. El primero de ellos (que empezó con la jugada que hemos visto antes en los movimientos de Oscar), fue un error de Sandro que dejó muerta la pelota en el área, mientras que en el definitivo se culpó a Walker por un horrible pase con la cabeza al portero. Los dos fallos los aprovechó Demba Ba, que jugó los últimos 15 minutos.

Con esta victoria el Chelsea se consolida en el liderato, aunque a falta de jugarse partidos de sus perseguidores, como el Manchester City, con tres partidos menos, que en caso de ganarlos todos acabaría empatado a puntos con los londinenses. Lo que sí está claro es que los de Mou van con paso firme a conseguir el quinto campeonato liguero inglés de su historia. ¿Lo conseguirán? 



No hay comentarios:

Publicar un comentario